Os decía en mi anterior post que... abro los ojos y después viene la Vida... así llevo varias semanas... sin parar. Curro por la mañana y cada tarde ocupada en asuntos varios. Alguno con agobio y preocupación incluido.
Casi tienen que operar a Zoe. Viene arrastrando problemas en una de sus glándulas anales y hace unos meses tuvo una fístula. Le ha aparecido varias veces. El otro día, cuando le volvió a salir, el veterinario ayudante me dijo... mejor que operemos porque va a estar con estos problemas ya toda la vida. Me agobié mucho pensando en la logística... dejarla sin cenar una noche (de propina a Lúa también), pedir el día siguiente a la operación libre para quedarme cuidando de ella, llevarla a revisión sin quitarle el collar isabelino para que no se chupe la herida... y por supuesto, que todo saliera bien y le pudiéramos solucionar ese problema.
Volví a la clínica para que el veterinario principal la viera y este me dijo que había cicatrizado muy bien la fístula con la pomada que la echo y que no había necesidad de operar. Me quitó un gran peso de encima.
He estado en IKEA comprando algunas cosas para casa. Redecorando mi vida... en realidad lo que tendría que hacer es cambiar la tarima (quiero ponerla gris) que se me ha estropeado bastante el último año, pintar, arreglar el suelo de la cocina... ojalá fuera más manitas para hacer arreglos yo sola y ojalá tuviera pelas para hacer la reforma que me gustaría.
Después de redecorar la casa con una vajilla nueva, lisa y gris, que irá a juego con esa futura tarima, decidí que ya era hora de cortarme el pelo. Casi tres meses desde la última vez. Y aquí estoy, con los pelos de punta y esa sensación que me encanta de llevar el pelo recién cortado. La nuca rapada, por supuesto. Y ganas, muchas ganas de cafuné... si alguna quiere presentarse voluntaria para hacerlo, ofrezco masaje sensitivo a cambio...
... lo que me recuerda, que debo tener la suerte de mi lado. La semana pasada me enteraba de que viene en abril a tocar a Madrid... al Teatro Real!!! Ludovico Einaudi, el pianista que pone banda sonora a mis masajes sensitivos... Las entradas por supuesto agotadísimas... pero el otro día me dice Alondra... tengo dos entradas para ver a Einaudi... quieres una?... me faltó tiempo para abrazarla... no se puede ser más linda!! Tengo que escribir más sobre Alondra, le dedico mucho pensamiento y pocas líneas... Sus ojos azules y sobre todo su forma de ser conmigo merecen varios post. Llegarán.