sábado, 30 de octubre de 2010

Distancia





Hoy tengo el corazón en cuarto menguante y el alma con marejada de silencios.

De nuevo parte. Y ya no sé si yo me he ido. Sólo sé esta sensación de tristeza que me envuelve y amenaza con anegarme junto a la lluvia que cae sobre Madrid.
Anoche una despedida apresurada que me dejó temblando... Ten cuidado que ese país es muy peligroso... Tú pásalo bien el fin de semana con los sevillanos...cuídate la pierna.
Un beso rápido y una última mirada... ¿Cómo se puede echar tanto de menos un abrazo que no das?

Mi pensamiento no deja de repetir... vuelve pronto que ya te extraño...
 
 
Here in your arms where the world is impossibly still
With a million dreams to fulfill
And a matter of moments until the dancing ends
Here in your arms when everything seems to be clear
Not a solitary thing do I fear
Except when this moment comes near the dancing's end
 
                                Until              Sting

miércoles, 20 de octubre de 2010

Reposa

Hoy tienes la mirada más triste del mundo. Como si en tu alma se alojaran todas las guerras

No hace falta que me digas nada. Tus ojos hablan por ti.

Ven

Abrázame

Deja que tu alma repose sobre mí.

Soy fuerte. Puedo sostenerla. Puedo sostenerte.



Lo que no puedo es soportar tanta tristeza en tus ojos

Apóyate. Así.

Deja que la tristeza se aparte de ti.

Mírame

Yo te seco esta lágrima.

Déjame ver de nuevo el verde de tus ojos...


sábado, 16 de octubre de 2010

Madurita interesante

Ayer acudí a la cita bimensual con mi peluquero. Nada más verme, Sergio dijo horrorizado...Llevas un tejón encima de la cabeza!! De ese modo tan literal, describe la mata de pelo que tengo. No puedo dejar que crezca más porque el volumen aumenta de forma exponencial y corro el riesgo de parecer una menina de Velázquez...

Así que...en su línea de actuación, me corto como quiso para desesperación de mis progenitores que ven que conmigo no hacen carrera y de algunas personas más que no entienden que me corte el pelo. Cuando terminó y me miré al espejo vi que las canas que me han salido en la parte superior izquierda de mi cabeza y en la sien del mismo lado habían cobrado protagonismo. Me contemplé fijamente y noté como mi voz se arrancaba a decir... tengo pinta de madurita interesante... Sergió (y el resto de la gente que estaba en la peluquería) se rió en mi cara. Según él, si tengo menos de 40 no puedo considerarme madurita y con la pluma que me gasto, mucho menos interesante. Será maricón gay el jodío!!

El caso es que llegué a casa y estuve un rato mirándome en el espejo insistiéndome a mí misma en lo que me había dicho. Si señora!! estas canas me dan un aspecto estupendo!
Pero lo malo de mirarse al espejo es que a veces no te devuelve sólo un reflejo de tu físico sino que puedes llegar a ver más allá de lo que muestra a primera vista.

Recordé el post de Alson sobre Ser Mayor y lo que le comentaba sobre sacar a la niña que llevas dentro. Me di cuenta de que llevo semanas sacando a la niña caprichosa que llevo dentro y dejándola que campe a sus anchas. El resultado es que no consigo dormir, que me duele la cabeza y que ando cabizbaja todo el día intentando encontrar una explicación a mi comportamiento.

Así que volví a mirarme en el espejo y me dije que para ser una “madurita interesante” no me puedo comportar como una niña caprichosa y que ya basta de hacer el tonto y de comportarme d eun modo que no me está haciendo bien, Tengo mis objetivos claros y no puedo dejar que la visión de un caramelo, por muy dulce que sea, me haga perder el rumbo.




Finalizan ya mis vacaciones. A partir del lunes vuelta al trabajo y a todas esas cosas que quiero hacer, aunque me cueste mucho centrar mi atención en ellas y lograr terminarlas.


jueves, 14 de octubre de 2010

Kilómetro Zero: Mi Hogar

Hoy hace 8 años que llegué a esta casa. Había pasado unos meses buscando y ninguna me convencía. Necesitaba 2 habitaciones y un parque cerca. Para que Alex, mi pareja de entonces pudiera vivir conmigo sin dar explicaciones a su familia y para que Alex pudiera sacar a pasear a su perro.

Pregunté a varias personas que cómo sabría cuándo había encontrado la casa. La clave me la dio Sis... cuando entres en alguna y te veas viviendo ahí. Y ocurrió... un sábado de primavera vine a verla sin muchas ganas. Había salido la noche anterior, por la mañana había estado trabajando y había tenido una discusión tonta con Alex. Recuerdo perfectamente que aparcamos en la perpendicular, empezamos a subir las escaleras con algo de miedo. El edificio era viejo, eso se notaba nada más verlo. Comentamos que tendría que venir Dani, su hermano arquitecto para echarle un vistazo.

Entramos por la puerta y nada más ver la cocina se me abrió una sonrisa en la cara. El resto de la casa me encantó. Es pequeña pero no necesito de grandes espacios para vivir. Era justo lo que necesitaba y lo que me podía permitir.

Alex y yo salimos calladas. Yo con la sensación de haber encontrado donde quería vivir y ella pensando en que sólo tenía una habitación.

La compré. La amueblamos y pintamos entre Alex y yo con la inestimable ayuda de la "excalera" y me vine a vivir en Octubre.

Durante estos 8 años han ido y venido vecinos de los más variopintos. Mi vecino de al lado sigue tocando(me los ovarios) los bongos como el primer día. Por aquí han pasado amigos y poca familia. Mujeres, han pasado muchas mujeres, amigas, novias, ligues y la que considero de forma cursi... la mujer de mi vida. Tal vez tengan que llegar algunas o muchas más.



Siempre he querido que mi hogar fuera un espacio de libertad, donde no tuviera que cortarme en nada. Durante años encima de mi cama ha habido un cuadro de dos mujeres besándose.

 Aquí se respira la libertad del amor entre mujeres, la sororidad del encuentro femenino continuo, la paz de la que se sabe igual que todos.




Sis y Edu, Alex, la presi, Ángeles, Viru, mi activista coqueta, GuaSa, RoYo, Guaya, Paula, Seb, Josito, vuestra huella queda guardada entre las paredes de mi rincón del Arco Iris. Por horas y horas de palabras, gestos, actitudes ...por ver pasar las estaciones junto a mí... a todos gracias por hacer que en estos 8 años cada día haya sentido que estaba en mi hogar.


domingo, 10 de octubre de 2010

Aire húmedo

Mi mirada se posa sobre la playa desnuda...



Tierra y cielo de unen en el punto de fuga. Ese horizonte es el lugar al que me dirijo en mis sueños...

Hoy llueve. Después de días de mucho calor, esta tarde comenzó a llover y aún sigue.

Tiene una suerte de poesía la forma en la que llueve aquí. En algunos momentos puede ser fuerte, como sucede en Madrid, pero generalmente es un agua que cae mansa. Casi diría que estudia dónde caer, el milímetro exacto donde debe depositarse la gota para que el campo siga verde, para que las vacas encuentren sus pastos relucientes, para que los bosques de eucaliptus sigan creciendo enfrente de mi casa.

Mi casa... es la primera vez que utilizo ese término para referirme a la casa que hay aquí. Nunca la sentí así a pesar de lo mucho que me gusta venir a esta tierra.

Veo el agua caer formando poemas de lluvia. Rimas en el aire húmedo. Versos en las nubes del cielo. Veo caer el agua y me dan ganas de desnudarme y correr por el jardín. Abrazarme a esta tierra tan hermosa y enraizarme sin posibilidad de desatar los vínculos....


sábado, 9 de octubre de 2010

Mareas






Hace algo más de un año que vinimos a aquí. Estuvimos un rato contemplando esta playa desde su otra orilla. La marea estaba alta y no había rastro de las rocas que ahora aparecen como protagonistas.


He querido asomarme desde el otro lado, para contemplar todo con una perspectiva diferente. Sigues lejos. Más por la distancia emocional que por los kilómetros que nos puedan separar. Y no dejo de preguntarme… volverá a subir la marea?
 
 

miércoles, 6 de octubre de 2010

Familia ¿no hay más que una?

Llevo un par de semanas locas. Sin centrarme en lo que debo hacer a diario, descansando poco y mal, con mi mundo vuelto del revés.

Y es que ya os he contado mi tendencia a la dispersión. Mi incapacidad para terminar las cosa que empiezo. En seguida pierdo la concentración y dejo lo que estoy haciendo, lo cambio por algo que me llama más al atención. Eso es lo que me ha estado sucediendo, que ha habido cosas que me han llamado más la atención y he dejado apartadas mis aficiones y el camino que había tomado.

Ahora estoy de vacaciones. Y estoy tan cansada de mi locura semanal que ni siquiera las estoy viviendo con alegría. Necesito parar.

Me voy unos días al norte. A ese verde valle cántabro que me llena de felicidad.
El año pasado pude compartirlo con mi activista coqueta. Tras nuestra ruptura no fui capaz de volver a esos bellos parajes. Me producía una tristeza infinita no poder compartirlos ya con ella. Ahora, una vez que la herida ya ha creado su costrita, que las cosas vuelven poco a poco a su cauce, que la activista y yo andamos hablando de nuevo y reconociéndonos en nuestros territorios (oye!! qué efecto más rápido ha causado el curso de crecimiento erótico jeje) puedo y siento que quiero volver al valle. A ver las vaquitas pastando, escuchar a Madonna mientras las ordeñan, notar la vida que discurre a través de los bosques, andar por la arena de la playa y ver caer el sol mansamente sobre las colinas...

Qué bucólico, verdad? Sólo hay un pero. Marcho con mis padres. Aprovechamos que es el cumpleaños de mi madre y vamos unos días para allá. Y miedo me da. El otro día le contaba a una amiga esa extraña afición que tiene mi madre por ponerme colorá.

Recuerdo un día que llego a su casa y me dice... Ay hija, he estado en una presentación de productos de esas a las que voy yo y me han regalado una cosa que te va a ir muy bien a ti. Se trata de algo para que te puedas dar masajes en la espalda, ya que te duele tan a menudo.



Abre una bolsa y saca un patito vibrador!!!! Si, como este...... 

Lo coge y se lo empieza a pasar por la espalda. Ves? Se hace así y te alivia las contracturas...Yo me quería morir de la vergüenza. Había visto los patitos esos en una revista de las que hay por Chueca y decían claramente que era un juguete erótico. Nada de “indicado para lesiones de espalda”
Todavía me queda la duda de si mi madre me lo vendió como bueno para mi espalda y en realidad sabía el uso correcto del animalejo.

Y es que no puedo negar que se preocupa mucho por mi vida sexual. El otro día, sin ir más lejos me dice que cuando quiera llevar a alguna amiga a la casa de Cantabria, sin que estén ellos, que sólo tengo que avisar para que no coincidamos. Vamos, que me ha ofrecido la casa como picadero!!! Gracias mamá, pero recorrerme 450 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta para estar calentita una noche... pa'eso me apaño en Madrid.

De todos modos, me da a mí que eso ya se lo imagina. Porque el lunes me despierta a las 9 de la mañana llamándome a casa.
- Hija, estás bien?
- Si claro.
- Es que te he dejado varios mensajes el en contestador y no me has llamado.
- Ah! Es que no estaba en casa. Te dije que este fin de semana celebrábamos los cumpleaños. Llegué anoche y no miré el contestador
- Si, me dijiste lo del cumpleaños pero no sabía que no ibas a dormir ayer en casa.

Miro el teléfono para localizar su llamada.

- Mamá!! me has llamado el domingo a las diez menos veinte de la mañana! Si necesitabas hablar conmigo, por qué no me llamaste al móvil?
- Porque me extrañó que no estuvieras en casa y no quería interrumpirte si estabas haciendo algo importante

¿Hace falta traducción de la última frase? Y es que debe ser que las madres tienen una intuición canina. Porque si, estaba haciendo algo importante. Jajajajajaja!

Así que ahora me marcho unos días con ella y me espero que saque cualquier artilugio de la maleta para mi “bienestar” personal, con el pretexto de mi lesión de espalda o mi tensión acumulada. Dicen que familia no hay más que una. A la vista de lo que os cuento puede parecer verdad...

Pero tal vez no. Llevo muy poco tiempo con este blog. Desde antes de empezar a escribirlo os leía a algunas de vosotras. Fui enlazando unos blogs con otros, escogiendo un pequeño grupo con el que me sentía más identificada. Y al empezar a escribir, en cierto modo fui llamando a las puertas de algunas. Con casi todas me he sentido muy bien acogida. Cada una me ha aportado cosas, experiencias, reflexiones, ideas... Siento que las familias son más que esas estructuras rígidas que impone la sociedad. Son esos grupos que se forman ¿al azar?, y en los que te sientes tan a gusto como en tu casa.

Ayer, en medio de la montaña rusa que han sido mis dos últimas semanas aparecieron dos personas a poner orden en mis pensamientos. Tal vez sin llegar a saber lo positivo y emotivo que resultó para mí. Gracias Alson y Lena!! Por vuestras reflexiones y propuestas!! Gracias pequeña familia bloguera....

martes, 5 de octubre de 2010

Kilómetros de Cielo

Ha llegado el momento de escribir... de escribirte. Dejar de imaginarte, pensarte, soñarte, inventarte en este aquí y ahora....

Mi realidad siguen siendo esas viñetas que dibujaba en mi presentación en el curso. Parcelitas que aparecen desgajadas sin aparente conexión entre ellas pero que en conjunto conforman mi realidad. Una de esas parcelas se ha abierto hueco muy recientemente, hace apenas un mes...


Tengo 38 años y he vivido. No sé si mucho o poco, pero he tenido ya unas cuantas experiencias de las que te llevan al límite de los sentimientos y al filo de algún abismo. No voy de intensa por la vida, a cada una le llegan cosas y ha de lidiarlas como puede o como sabe. Pero si es cierto, que he tenido vivencias como para no sorprenderme con casi nada. Y de repente, la vida se empeña en demostrarme lo equivocada que estoy y tal vez para compensar experiencias anteriores, esta vez me ha traído algo dulce y sabroso como el elote.

Así, sin pedirlo, sin desearlo, me ha llegado un regalo maravilloso en forma de alguien inesperado. En silencio, de puntillas, susurrando las palabras precisas, se ha colado en mi vida. Ha venido a ofrecer afecto, a intercambiar confidencias, a salvar distancias y a poner magia. Aunque a pesar de la magia de la trova, las dos sabemos que la vida es más compleja de lo que parece...


Ha volado kilómetros de cielo cada noche para llegar junto a mí y regalarme su sonrisa, su mirada limpia y su corazón enorme. Ha derribado mis muros y aún sin saberlo, ha dejado una huella indeleble que perdurará a pesar de la distancia. Sólo puedo disfrutar de este regalo, ofrecer lo mejor de mí misma y darle las gracias en forma de sonrisas. Las que, aunque me cueste reconocerlo, me provoca cada día. 





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