lunes, 30 de enero de 2012

Fuera de órbita


Esta semana he comenzado la meditación. No es la típica zen sino una más flexible y mejor para mis articulaciones. Con algo de ejercicio añadido que me servirá para estirarme y una duración entre una hora y hora y media. Pese a haber sido sólo un acercamiento creo que me servirá de remanso de paz entre las emociones que me nacen a diario.

He vuelto al trabajo. Siento que en el momento que entro por la puerta de la empresa mi nivel de energía desciende peligrosamente. Cuando dan las 3 de la tarde dejo el boli y vuelvo a mi vida. Aunque llevo semanas sintiéndome algo extraña en relación con la gente.

Hay temporadas en que me siento fuera de órbita por completo. Lejos de la esfera terrestre, aislada y desconectada de una realidad en la que no llego a calar. Como si me pasara al día llamando a puertas que nunca se abren.  



Últimamente ando haciendo “limpieza”, como me dice la bloguera mexicana. Harta de llamar a algunas puertas de más cerca y de más lejos, he dejado mi tarjeta de visita y no voy a seguir gastando energías de forma absurda, esperando respuestas que nunca llegan. Quien quiera saber de mí, ya sabe dónde encontrarme.

miércoles, 25 de enero de 2012

Sentido del humor acuoso


Leo en el blog de Jam que quiere escapar de esa necesidad tan humana de etiquetar todo. No, no está de compras en Zara, si no filosofando sobre lo divino y lo humano. En cambio yo ha llegado un momento en que no trato de escapar de las etiquetas, más bien me sumerjo en ellas, las atravieso y dejo que me definan o no.

El otro día, en una conversación que teníamos varias mujeres en el feisbú, les decía de broma parafraseando a Max/Moira de L: Dejen que las butch nos encarguemos de eso.. Y con mucho cachondeo decía una...un poquito butch si que eres... Pues eso...llevo desde pequeña la etiqueta de marimacho, camionera, tortillera...y todos los sinónimos que podais imaginar. En la época del colegio me sentía fatal. En la facultad lo soportaba. Ahora, de adulta, procuro reírme de mi sombra y soy yo la que me digo las cosas. Dejo a los demás que descubran si correspondo exactamente a la definición de butch (en este caso) o mi apariencia externa no corresponde en absoluto con mi forma de ser y entonces desaplican la etiqueta.

Este sentido del humor es el que practicaba hoy con una amiga que me ha llamado por teléfono. Me preguntaba por mi visita de ayer al oftalmólogo y le he explicado que por un defecto de mis ojos la semana que viene me tienen que hacer un agujero en los mismos para poder drenar el humor acuoso y dilatarme las pupilas. Voy a ir con los ojos agujereados. Pero eso si, hemos decidido que para adornarlos quedará genial colgar alguna pluma de ellos. Y ya puestos, voy a echarme rimmel, de esos que alargan las pestañas hasta el infinito. Si!! pero quiero uno que me pinte las pestañas del color del arcoiris. 

Os imagináis el puntazo? Tendrían que patentarlo. La verdad es que yo no me lo pondría pero mogollón de gays que conozco si. En fin, que nos hemos reído un montón imaginándome con plumas colgando de los ojos y las pestañas extralargas y coloreadas. Unos taconazos de vértigo y ya me puedo presentar al concurso de Mister Drag Queen.

La coña también ha venido porque en la consulta, esperando su turno, estaba la pobre Sara Montiel. Y digo la pobre porque fue como ver a mi abuela en sus últimos meses de vida, con 80 años, tirada en el sofá sin poder moverse porque no le llegaban las fuerzas. 

Allí estaba con unas gafas de sol que le tapaban la mitad de la cara y el kilo de maquillaje. Ahora entiendo por qué no se podía mover apenas. Debió dejarle agotada el peso del abrigo de visón que llevaba y el kilo de maquillaje la mantenía anclada a la silla.

Nos hemos acordado del videoclip que ha rodado con su hijo, en el que ya puestas, me ha metido mi amiga de gogó con los taconazos y las pestañas arcoiris. En el vídeo aparece la Saritísima con una vitalidad que contrasta con la de la anciana que vi yo ayer. Lo mismo el cóctel que se bebe en el vídeo llevaba una buena cantidad de anfetaminas para luego poder mover el esqueleto (y las carnes) al ritmo de la música.

En fin, no sé si tendré la misma vitalidad que la Montiel en el vídeo pero espero (eso si, sin fumar) llegar a su edad y seguir riéndome de mi sombra todavía.

martes, 24 de enero de 2012

Post honorífico olorífico pero no terrorífico


Creo que a todas nos ha traído un montón de recuerdos el post de Farala. Hemos tirado de memoria para comernos esas magdalenas de Proust...

Desde que hace unos 20 años mi madre me trajera una colonia de un viaje que hizo al extranjero he utilizado siempre las mismas, con mayor o menor frecuencia. Llega el momento de confesar que en mi cuarto de baño hay bastantes botes de colonia. Por ironías del destino los productos de estética me salen muuuuuuy baratos. Apenas los uso. Pero las colonias si. Quizá eso ha motivado que a lo largo de los años haya ido probando diferentes marcas. Cuando doy con una que me gusta especialmente, me la quedo en la colección y así pasa...ahora mismo tengo unos 10 botes. Mis colonias son de las que normalmente denominamos fresquitas y casi todas tienen en común los olores amaderados

El que use una u otra depende en buena medida del ánimo que tenga, qué es lo que vaya a hacer o cómo vaya vestida (ya, ni que variase mucho mi vestimenta).He aquí la imagen ilustrativa de mi colección de fragancias... 

Y ahora...un pequeño paseo por mi universo oloroso. Para catas, pedir cita primero... ;-)

La que utilizo más a menudo desde hace unos 16 años es la de One de Calvin Klein. Es el olor con el que me siento más identificada. No sé si influirán factores psicológicos, como el hecho de que sea unisex, pero es cierto que reacciona bien con el PH de mi piel. Cuando me acabo de duchar y no me apetece echarme colonia suelo rociarme con el body spray de la misma marca.

Si me levanto con mucha pluma...Sí! Qué pasa! Hay gente que dice que se levanta con el pie izquierdo. Yo hay días que me levanto con mucha pluma...así luego me dicen en el facebook como me han dicho hoy que soy un poquito butch...ays!! qué disgusto!! A lo que iba...para esos días con pluma XL utilizo IN2U, también de cK. Ni que decir tiene, que en su vertiente masculina.

En diferentes días puedo utilizar las colonias masculinas de Kenzo, Issey Miyake o la más reciente de Madera de Naranjo. Es curioso, en la mayoría de los casos, las colonias que utilizo tienen versión femenina pero sus olores, aunque parecidos, no me atraen en absoluto. Incluso en algunos casos como la de Issey Miyake me desagradan!

La primera que os comentaba es la de Baby Blue Jeans de Versace. Ya no la fabrican, según me han dicho en diferentes perfumerías de Madrid. Una amiga extranjera me la consiguió y me la regaló por mi último cumpleaños. Ahora me la hecho con cuentagotas para que me dure lo más posible. La suelo utilizar en días nublados y algo húmedos, ya que su olor me recuerda a los bosques del norte.

Y por último...quizá la que más contrasta conmigo pero que me encanta...Tous. La única en su versión femenina. Esta la llevo solamente cuando estoy enamorada. Si además me voy de escapada con mi pareja,  entonces utilizo una crema hidratante de la misma marca que me deja un olor increíble y que me hace irresistible. Jajaja!

lunes, 23 de enero de 2012

Arquitectura de sentimientos


Leía hoy en el blog de una mujer a la que admiro mucho que se le dan mal las palabras. Es una idea que compartimos puesto que habitualmente me peleo conmigo misma tratando de encontrar justo la que necesito, la que define perfectamente lo que quiero decir. Y rara vez la hallo. Será por eso que mis post son largos...

En mis dos últimos post he escrito (o mostrado con imágenes) acerca de los puentes que me empeño en tender. Construyo esos puentes con las palabras que encuentro dentro de mí. Pongo todo mi empeño en la hermosa tarea de comunicarme con los demás.

En el blog voy tejiendo discursos para a través de ellos creas esculturas y dar forma en 3D a mis sensaciones y sentimientos. Si, llevo tiempo pensando que me dedico a la arquitectura de sentimientos. Trazo esbozos y planos y luego los construyo con palabras.

A veces mis discursos son torpes, me pierdo en vocablos y me ofusco, mientras admiro que otras personas den justo con la palabra. Tal vez la que nunca querrías oír...la palabra precisa. Y es entonces cuando me doy cuenta que el puente que he tendido hacia esa persona está compuesto por tablones mal colocados, llenos de huecos por donde corres el riesgo de caer. Y debes tejer otro tipo de discurso que te ayude a construir un puente menos endeble.

En cuanto al resto, sigo siendo una aprendiz de arquitecta así que disculpad si en ocasiones no consigo trasmitir bien lo que hay adentro.

viernes, 20 de enero de 2012

This Moment






Puentes


Mi blog nació con la vocación de tender puentes. En el año y medio largo que llevo con él abierto he construido todos los que mi timidez me ha permitido. Algunos con mucho esfuerzo. Otros, en cambio se han construido casi solos...Desde el más corto, que apenas mide 2,3 km hasta el más largo con 8.700.

He caminado por esos puentes con paso vacilante y debo agradecer que en la mayoría de las ocasiones me he encontrado al otro lado unos brazos abiertos. Eso si, he tenido que aprender que el tender puentes no significa que quien está al otro lado quiera recorrerlo contigo...ni devolverte la visita. Incluso ha habido quien ha quemado el puente...sus motivos tendría.

Revisando las etiquetas de mi blog me doy cuenta de que no he utilizado mucho la del puente, la más importante. En cambio echando la vista atrás, me sobran bastantes. Es lo bueno de tomar distancia, puedes distinguir lo importante de lo accesorio y elegir quedarte con lo mejor..

Y digo esto porque hace unos días, la protagonista del mayor número de mis etiquetas me dijo que no me quedaba con lo bueno de las cosas. Generalizó mucho, pero creo que se refería especificamente a las relaciones. No es cierto. Simplemente a veces pongo el acento en lo malo para evitar el dolor que me producen algunas situaciones. Lo utilizo como muro de defensa para impedirme a mí misma cruzar puentes que tal vez deban permanecer levantados.

Si me quedase con lo malo de nuestra relación no habría sido capaz ni de volver a hablar con ella. Y allí estábamos, comentando con tranquilidad y una buena dosis de tristeza acerca de las cosas que nos ocurrieron. Menos mal que la conversación estuvo amenizada por un delicioso vino tinerfeño. Y es que como suelo decir...no hay nada como un buen trago para pasar un mal trago.

El tiempo dirá si podemos encontrarnos de nuevo en mitad del puente para mirarnos a los ojos y contemplar el paisaje. Hasta entonces...


Imagen tomada de google
  

domingo, 15 de enero de 2012

El taller de los sueños


Por fin salimos del hospital...Nos dieron de alta al paciente y a los acompañantes!! El viernes, a eso de las cuatro y media de la tarde. A las cinco y media, sin posibilidad de haber descansado ni cinco minutos llegaba a mi curso mensual...

¿No os sucede que en ocasiones os gustaría elegir vuestros sueños? Debería haber un programa en google en el que teniendo tus datos registrados (y ya los tiene) hubiera una carta de sueños. Entrarías en el menú y escogerías como si fuera un restaurante. De entrante un bello paisaje en el que perder la mirada, de plato principal quiero soñar con la actriz de la que busco fotos todas las semanas en google...si, que me tire los tejos pero en plan bien, que se lo curre. Y de postre...echamos un polvo fantástico!!

marisma cántabra por cortesía de laredo.es


*Pongo foto del paisaje porque no tengo la del polvo fantástico...una pena! 

Bueno, esto llevado al extremo, porque no suelo tener sueños eróticos. Seguramente yo pediría cosas más mundanas y eso si, sueños agradables, de los que me dejan todo el día una sensación cálida en mi espíritu.

Este fin de semana tenía taller sobre los sueños. No ha sido la clásica interpretación de los sueños, sino algo mucho más personal. Como siempre, duro. Todo trabajo interior lo es. Pero al mismo tiempo ha habido momentos preciosos, de escucha interna, de mirar afuera y de compartir con las heteras momentos muy divertidos. Ayer me dedicaron un piropo de esos que cuando te lo dicen tienes que agradecerlo porque sabes que es con buena fé pero te acaban de decir una barbaridad...Pena Mexicana...tú sabes a lo que me refiero, verdad? Me dijeron que soy un desperdicio jajaja! Y es que tengo algunas compañeras del curso que creen que estoy desperdiciando mi talento como escritora.
Si alguien de los que me lee opina lo mismo y quiere ser mi madrina o mejor mi mecenas, ¡que me lo diga, por favor!!

Hoy he amanecido en casa, con el día libre por delante. Para no variar he hecho un primer “control de daños”.Consiste en echar un vistazo por la casa para descubrir las barrabasadas que ha hecho Lúa por la noche. Se ven a simple vista. Normalmente consiste en papeles tirados, cosas por el suelo y alguna que otra cosa o prenda de ropa arrastrada por el pasillo. Lo recojo y pienso en la ropa que está en la lavadora desde hace cuatro días. Será mejor que la ponga a lavar otra vez.

Mientras recojo un poco el campo de batalla que es mi casa, pienso en todo lo que ha sucedido durante el curso este mes. En mi falta de sueño y de sueños de la noche del viernes, en cómo quisiera programar mis sueños para poder tener cerca a algunas personas...Me dejo invadir por el recuerdo de un viaje onírico que hice ayer, pero al momento decido poner los pies en la tierra y cambio esa idea por la de un viaje real que todavía es un proyecto en ciernes.

Si, hay sueños maravillosos..sueños que me atrapan, que querría perpetuar...pero no sé por qué, la realidad, este mundo en el que vivo mi día a día, con toda la mierda que arrastra, con toda la tristeza e ira que produce, me engancha mucho más. ¿Será que cuando sueño en el fondo sé que no es real?


sábado, 14 de enero de 2012

Te debo un sueño


Primera noche que paso fuera del hospital. En el taller del curso de este mes hemos tratado el tema de los sueños. Y parece que todo se ha confabulado para que ahora, a las 4 de la mañana yo esté con los ojos como platos.

Tú, no has querido acudir esta noche a esa cita que tenemos últimamente. No te convoco pero apareces. Y entonces charlamos e incluso viajamos. Quizá es que no encuentro otro modo de hablar contigo ahora. Tal vez es que en el sueño mis manos se acercan y pueden acariciar tu mejilla o mis ojos pueden encontrarse con los tuyos sin dolor.

No me quiero engañar. He llegado a pensar que apareces para paliar esta soledad que durante el día me pesa demasiado. Pero no, no es cierto. Hoy me he dado cuenta de que no es cierto. Al menos me debo el ser honesta. Al menos te debo estas palabras y quizá hasta te deba un sueño.

Antes tenía mis dudas pero todas estas noches en que has aparecido me han demostrado que sigues ahí, agarrada a algún resquicio de mi alma. Aferrada a alguna hebra de los jirones de mi corazón. Te sueño porque quizá no puedo hacer nada más hermoso contigo ahora mismo. Es la poesía que te recito algunas noches, es la carta que nunca te llego a entregar, donde te digo que aún hoy, al menos hasta esta noche...te quiero.

miércoles, 11 de enero de 2012

Efectos colaterales

Seguimos en el hospital. Cada día nos alargan un poco más la estancia. Ayer el neurólogo dijo que el jueves. Hoy han dicho que el viernes. Ojalá no tengamos que quedarnos el fin de semana.

El cansancio se acumula y comienzo a notar los efectos colaterales. ¿Nos reímos un poco?

Por la mañana pedí la manta y me la trajeron. Claro, por la noche entró la enfermera que me había dicho que no había y se fijó. Me la puse para evitar comentarios y me pegué una sudada...

Esta mañana como la tenía "libre" he decidido regalarme un poco de tiempo para mí. He recogido los vaqueros que había comprado antes de fin de año. Los dejé arreglando y después con todo el mogollón no pude ir a recogerlos. Hacerme caso, cuando estéis así de cansadas no os pongáis ropa nueva. Se te olvida quitarle las etiquetas y te paseas por medio Madrid presumiendo de estreno :-(

He ido a la peluquería y me he cortado el pelo. Bueno, ya sabéis que yo no me lo corto, directamente me esquilo. Llevaba dos meses sin pasar por la peluquería y cuando me pasa eso tengo más ganas aún de raparme. Eso si! no falta la tradicional foto posando con la mata que me han quitado. Reitero lo dicho otras ocasiones, sólo poso con mi pelo, no es el de nadie más. Aquí la prueba.

Sin pelo pero con todas las etiquetas posibles en el vaquero!


Más efectos...Me siento fuera de la realidad. No veo informativos ni la tele en general. Así que leo comentarios acerca de política en el feisbú y no tengo ni idea de qué van. Al parecer Rajoy ha hecho unas declaraciones y ha quedado como el culo. Ah!
Mi coco estos días sólo entiende de términos médicos...ecocardiograma, dopler, resonancia, ondas Q, vasovagal...así que me conecto al FB para desconectar un rato. Leo que alguien dice que le llamen Josefina ¿?, alguien que quiere placer sin compromiso... toma!! y yo!! al menos un rato...y lo único que me llega de verdad es esa frase de "Nosotros enseñamos vida" Qué bonita,

Y entre tanta tontería que pienso, me río de mí misma, camino de vuelta a casa con el sol en la nuca. Me siento bien sin pelo y con los vaqueros nuevos antes de darme cuenta de que voy presumiendo de estreno. Ahora toca descansar un rato antes de pasar otro turno tardenochemañana en el hospital.


martes, 10 de enero de 2012

Novena planta

Suena el móvil y abro un ojo. Todavía es de noche. Miro la pantalla y veo que es mi madre. Al momento sé que algo no va bien. Cuando recibes una llamada antes de que comience el día sabes que vas a recibir malas noticias. Me pongo en guardia, mis sentidos se agudizan.
Tras colgar me levanto, me quito el pijama, lo tiro encima de la cama y me visto con lo primero que encuentro.
Bajo corriendo las escaleras del edificio. Pienso que estaré molestando por el ruido a los vecinos pero no es momento de preocuparme por eso. Por suerte, pasa un taxi al momnento y lo cojo.
"Lléveme a Urgencias de la Concepción lo antes posible".

Es así como hemos iniciado el año en mi familia, en el hospital. Aquí pasamos las horas mirando por la ventana la espectacular vista.
Cuando me canso me bajo a la cafetería. Tengo que recorrer medio hospital para llegar. Bajo a la planta cero, recorro los pasillos de las consultas privadas, atravieso la pasarela que conecta una parte con la otra, dejo atrás urgencias, otro pasillo infinito y por fin llego a la cafetería.
El hospital es un microcosmos. Los médicos suelen ir en parejas o tríos comentando las incidencias del día. Señoras mayores recorren los pasillos como van por la calle, ocupando todo el ancho. Yo camino deprisa. Es mi ejercicio diario. Ir y volver. Habitación-cafetería-habitación.
Varío el recorrido. En ocasiones escojo el pasillo de las aulas y los despachos. Por el día está más tranquilo y apensa hay gente.
Por las noches los dos caminos están vacíos. En la parte privada, a media luz, los pasos resuenan. Dan ganas de llevarse uno de los cuadros impresionistas que cuelgan de la pared. Nadie te ve.

La alegría o más bien el algarabío lo ponen los gitanos de la quinta planta. Hay una familia entera acampada junto a los ascensores, en el vestíbulo de la quinta. Allí se juntan y tocan la guitarra hasta la noche. El día de Reyes llenaron de bolsas enormes de el Corte Inglés con regalos todo el espacio libre.

En la novena planta el tiempo transcurre con lentitud. Paseo y contemplo el atardecer cayendo sobre la ciudad. Hablo con alguna amiga por teléfono y me distraigo mirando el facebook y leyendo comentarios. 
Llega la enfermera, le toma la temperatura y se va. Llega otra al rato, le toma la tensión y la saturación y se va. Las dos me dicen que si quiero algo que lo pida.
Al rato salgo al control y pido una manta. Hace frío por la noche en la novena. La habitación da al norte y sólo tengo unas sábanas. Imposible. No hay mantas en la planta y el lavadero está cerrado. Otra noche incómoda.

A las 7 vienen a preguntarnos qué tal noche hemos pasado y si necesitamos algo. Si, que nos dejen dormir un poco más. No hay manera. Nos levantamos y nos preparamos para otro día en la novena planta.

Miro por la ventana y veo la luna llena descendiendo sobre las montañas del fondo. La vista es preciosa pero ya estamos cansados de estar aquí. Todavía nos quedan unos días, hasta el viernes quizá. Mientras, seguiré recorriendo los pasillos, haciendo kilómetros de pensamientos en la soledad del gentío del hospital o disfrutando del silencio de sus pasillos por la noche.




Gracias, a las que me mandáis mensajes, a las que me llamáis, las que os preocupáis y me ayudáis a que estos días pasen mejor.

martes, 3 de enero de 2012

La imagen en el espejo


En Nochevieja vino a hacer una visita a mis padres la mayor de mis primas. Vive fuera de Madrid y cuando viene por las fiestas suele subir a saludar. Yo la veo muy de vez en cuando. Pero la verdad es que aunque nunca le he contado que soy lesbiana ella lo tiene claro desde hace mucho tiempo.

Casi a punto de irse comentó que había quedado con su amiga Chelo. Mis padres se quedaron con cara de pez sin saber de quién hablaba. Mi prima se giró y me dijo...

- ¿Tú te acuerdas de ella verdad?
- ¿Es la que vive al lado de la Vaguada?
- Si

Asentí con la cabeza. No recordaba para nada que se llamaba Chelo pero sabía perfectamente de quién me estaba hablando. Y eso que sólo la vi varias veces a lo largo de un verano hace mucho, muchos años......

Yo tenía 13 recién cumplidos. Era pleno mes de agosto Mi prima trabajaba de socorrista en la piscina de la Comunidad. A veces venía a verla una amiga y se quedaba con ella por la tarde charlando, mientras controlaban que nadie se ahogara. Cuando me hartaba de la conversación sobre chicos de las de mi pandilla, me iba con las socorristas y me sentaba un rato con ellas. Su conversación me resultaba mucho más interesante.

Mi prima se casaba en unos días. Después de la boda iríamos de fiesta a una discoteca y aquella sería mi “primera vez” Andaba emocionada pensando en cómo sería por dentro. Cuando no conoces algo, el misterio le confiere propiedades casi mágicas...Meponía nerviosa el pensar que no me dejaran entrar debido a la edad pero no hubo ningún problema.

Allí estaba bailando como una loca cuando vi a alguien que me llamó mucho la atención.

Se trataba de la amiga de mi prima. Acostumbrada a verla en bañador me sorprendí cuando la vi vestida. Realmente costaba distinguir si se trataba de un hombre o una mujer. Llevaba unos pantalones y una camisa amplia, las dos prendas negras. El pelo corto engominado, peinado hacia atrás, la confería un aspecto de dandy de otra época.

Recuerdo que me aparté hacia un rincón y me quedé contemplándola durante minutos. Mi prima vino a sacarme de mi estado y me dijo...a que no la habías reconocido? La verdad es que me había costado unos segundos darme cuenta de quién era. Y ahora, estaba fascinada completamente por lo que veía. A mi mente, sin formar aún, virgen en muchos aspectos, sólo llegaba la imagen que me había hecho de Jo, la protagonista de Mujercitas.

Ver a aquella mujer fue una revelación. Como si encontrara de repente sentido a muchas cosas, como si tuviera ante mí un espejo. Mi imagen distaba mucho de la de aquella persona pero sabía que ella era yo. Llevaba tiempo mirándome en espejos sin reconocerme y Chelo era todo lo que quería ser..
Así que era cierto. Podías ser mujer y llevar el pelo muy corto, vestir con ropa de chico y no tener apenas pecho como me pasaba a mí. En aquel momento me hubiera arrancado la faldita y la chaqueta de color hueso y me habría cortado el pelo aún más para llegar a tener ese aspecto. 

Aquella noche descubrí que podía ser la mujer que quisiera, que me daba igual que me confundieran con un chico como le pasaba a la amiga de mi prima, que no tenía que plegarme a la imagen que los demás esperasen de mí...que podía ser yo misma.

Volví a ver a Chelo ese verano dos veces más y siempre me quedaba absorta mirándola. No sé si ella se daba cuenta. Obviamente mi prima si, y lo ha recordado durante años, como yo. 

Related Posts with Thumbnails