viernes, 30 de noviembre de 2012

Sara y la soledad sonora


Ayer terminé el libro de Fun Home de Allison Bechdel. Había decidido cogerlo con ganas para desengrasar de Jeanette Winterson. Sólo pasé unas cinco hojas y ya tenía la sensación de haber salido de Málaga para haberme metido en malagón. Se me hace curioso cómo al tratarse de una novela gráfica he avanzado tan rápido a pesar de lo dura que resulta. Hay mucha soledad en sus páginas.

Tanta como la que percibí en el metro hoy. Se abren las puertas y dos mujeres se despiden apresuradamente. Una ha acompañado a la otra hasta pie de andén para contarle sus problemas. El lunes, en el desayuno te sigo contando....y por la cara que pone la otra, suena a amenaza...vamos, que no tiene muchas ganas de escucharla. Me da por pensar que la mujer que da media vuelta en el andén y emprende el camino de subida debe sentirse muy sola si necesita bajarse hasta ahí para contar sus problemas a una compañera de trabajo que parece evidente que sólo la escucha por educación.

Llego a casa, miro el periódico y veo la noticia de una mujer, Sara, que ha ocultado a su pareja e hijos su embarazo y ha matado a los gemelos que había tenido metiéndolos en el congelador. Me quedo inmóvil ante la pantalla del ordenador leyendo la noticia y sin dar crédito a las palabras...qué miedo debió pasar esa mujer para matar a sus propios hijos y qué profunda soledad llevar un embarazo en absoluto silencio...

No es la única Sara. Esta semana he conocido a otra. En realidad tengo la sensación de haberla conocido mucho antes pero no recuerdo dónde. Es música. Me desgrana su hastío entre ritmos de percusión y me apunta unas cuantas heridas en su cuerpo emocional. Me narra lo cansada que está de su novia. Tal vez tenga mucho que ver con ese malestar físico que manifiesta y con que su fisio le haya dicho que debe curar primero su alma para poder curar después su cuerpo.

Soledades en las que me reflejo como en un espejo. No. La mía no es así pero si me resuenan todas ellas. Empezando por la de Winterson y terminando por esta nueva Sara.

Mientras vuelvo a casa a cuidar de Zoe que está malita, pienso en ese concepto que la comunidad boliviana llama Suma Qamaña. Ese buen vivir que hemos perdido como comunidad tan rapidamente, quiero decir que nos lo han quitado de las manos y lo han arrojado por el desagüe. Lo añoro y lo busco, incluso en esta soledad sonora que conforma hoy mi realidad.
 
Lo encuentro, en cierto modo, en el bienestar que me produce el vídeo que me manda una amiga que canta en el coro del 15M. Es de esas canciones para la resistencia que no sé quién llamó y que se debería de patentar como concepto hoy en día.
 
Si queremos, las soledades suman, comparten energía,  luchan y cantan para construir un mundo mejor. En realidad para reconstruirlo.
 
 
 
 
 
 
 

domingo, 25 de noviembre de 2012

25 Noviembre

 
 
 
 
Ana Valderrama




Cartel ganador del concurso realizado por CCOO en Navarra sobre carteles y eslóganes para la eliminación de la Violencia de Género.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Mi dulce paracaidista


La primera vez que la vi se presentó ante mí con una amplia sonrisa y una bandeja llena de magdalenas caseras. Debió pensar que era lo mínimo después de aterrizar de aquella manera en mi casa. Ella misma se definiría después como la paracaidista que me cayó del cielo.

La tarde anterior me había escrito un correo explicándome que le habían tocaso unas entradas para ver en Madrid (al lado de mi casa) un concierto de una de sus artistas favoritas, y pidiéndome alojamiento. Por suerte, había espacio en el Rincón del Arco Iris y le gustaban los animales. Así que yo accedí y ella se presentó con la que ahora es su ex y la bandeja de las magdalenas.

Apenas estuvieron 24 horas y desde luego ella habló poco. La que más cotorreaba era su entonces pareja. Pero algo debió de hacerme tilín dentro. Aquello fue el principio de una gran amistad. Si, porque antes de aquel viaje nos comentábamos los blogs, pero aquella visita fue la primera de una serie de viajes en los que venía a Madrid, pasaba por aquí de viaje a otro lado o yo iba a su casa y pasábamos días juntas.

Entre medias líneas y líneas de correos, conversaciones telefónicas, silencios cuando lo hemos necesitado y mucho respeto. Quizá es lo que más ha habído entre las dos, un profundo respeto. En este tiempo compartido hemos tenido algunas experiencias similares. Hemos reído, hablado, cantado y disfrutado mucho....mucho...del año y medio que ha pasado desde su primera visita. Hemos tenido también discrepancias y hemos discutido con una base de enorme cariño y ese respeto que antes mencionaba. Me ha dado cobijo en algunos momentos. no sólo en su casa, sino en su cabeza y su corazón. Me ha tratado como a una hermana pequeña aconsejándo y dándome lo que ella llama zapes, que son collejitas verbales. Ays mari!! la de zapes que he aguantado!! 

Lo más curioso de todo es que a pesar de esos zapes, yo nunca la he dejado de considerar mi dulce paracaidista...y lo de las magdalenas no tiene nada que ver!! Más bien tiene que ver con la dorma que ha tenido de conducirse conmigo. En la tranquilidad con que siempre me ha tratado, en lo asertiva que ha sabido ser siempre y en la certeza de que aún en los momentos de silencio ella estaba ahí, disponible por si la necesitaba. Fue la ternura que había tras sus risas, sus frases cortantes o los zapes....la que me hizo poco a poco incorporarla a mi familia elegida, esa que vamos formando las personas a lo largo de la vida. Y ahí se ha quedado.

La visité por última vez en su casa en septiembre. Como siempre reímos y en este caso disfrutamos con la presencia de Siempre Suya y Laquetecuén. Aproveché para cepillarle el pelo a su perra Laika, de la que me enamoré la primera vez que la visité. Fueron unos días estupendos pero esta vez volví con gran tristeza anticipando que ya no volvería a aquel rincón de paz ni vería más a aquella preciosa perra que me robó el corazón.

Foto by Laquetecuén


Efectivamente así ha sido. Ahora ella parte, para comenzar de nuevo y a la vez continuar con su vida en México, su país de origen. Estos dos últimos meses he tratado de acompañarla, dejando de lado la idea de que antes o después tendríamos que despedirnos, en este otoño tan lleno de marchas y ausencias para mí.

Ha llegado el momento, pichurra. La vida me hizo un precioso regalo poniéndote en mi camino y permitiéndome aprender tanto de ti. Te prometo un gran abrazo de despedida, pero no puedo prometerte no llorar, porque ya me están brotando las lágrimas.



Foto by Laquetecuén


…¡Buena suerte en el nuevo rastro que sigues, Dueño de la selva! Acuérdate de que Bagheera te quería. 
-Ya has oído- Dijo Baloo. No hay mas, vete ahora. Pero antes acércate, ven ranita mía. 
-Siempre es duro mudar de piel- observo Kaa mientras Mowgli sollozaba largo rato, puesta la cabeza sobre el lado del oso y anudados los brazos a su cuello, mientras Baloo intentaba débilmente lamerle los pies. 
-Las estrellas se apagan- dijo el Hermano Gris, olfateando el viento del alba. 
¿Dónde dormiremos hoy? Porque desde ahora vamos a seguir nuevas pistas...



sábado, 17 de noviembre de 2012

Esta noche

He llegado ahora del funeral. No, no ha durado tanto. Más bien ha sido algo corto. Unos 40 minutos. Además ha estado amenizado por una señora que cantaba muy bien. Han ido intercalando canciones religiosas y las palabras del sacerdote. En algún momento me he quedado pensando si estaba en un funeral o un musical. Pero imagino que para que fuese lo segundo tendría que salir Whoopi Goldberg disfrazada de monja. Ignoro si esta señora era de alguna orden religiosa, pero desde luego que era bastante blanca.

Mientras me levantaba y sentaba y volvía a levantar, trataba de explicarle a la ahijada india de mis padres que este acto es así y que te lo pasas moviéndote. No te dejan tener el culo sentado más de cinco minutos. Se ha empeñado en probar lo que tenía el cura en la copa y en la mano pero creo que la he convencido al decirla que se quedaba pegado al paladar.

Enfrente de mí, un corcho colgado de la pared, enorme, con un texto que pone..."Creo Señor... pero aumenta mi fe". Hala! ya pidiendo....con los tiempos que corren claro, hasta los más creyentes necesitan que quien sea aumente su fe. Lo mismo es que se piensan que esto de la fe es como lo de los bancos, que en teoría tú metes un dinero a un plazo fijo y vuelve aumentado. Pues no, señores...la fe hay que ganársela a pulso y no dejarla decaer. Después pasa lo que pasa...que saca el cura las hostias y no comulga nadie de la familia del fallecido. De todas formas, con la que está cayendo, de aquí a nada el cartel pondrá el ya célebre...Ay Señor, llévame pronto...

Y como la misa fue breve, pues hicimos sobremisa, que es una especia de sobremesa que se hace después de las misas. Allí, en mitad de la calle (esa costumbre tan española) con un airecito estupendo de los que cortaban las ganas que había de llorar...cualquiera se atrevía...te salía una lágrima y al momento era una cuchilla de hielo afilada que corría el riesgo de salir volando y clavarse en el gaznate de los invitados al sarao. Vale, no era un sarao, era un funeral. Pero es que encontrarte con políticos, futbolistas, peluqueras, grandes juristas...casi casi monto un photocall. Y la gente que no se marchaba, que un primo hasta ha pensado en llamar a los polis de las manis para disolver la concentración.

Y después como mi familia es así...nos hemos ido de cena. Esta vez mejor. Porque cuando falleció mi abuela y fuimos a enterrar sus cenizas a Coruña, aprovechamos para celebrar precisamente que Jesús había conseguido ganar un caso importante. Nos metimos una mariscada tremenda. Pero con los nervios de la ocasión yo andaba...un poco...cómo decirlo...de cagalera. Y entre plato y plato no tenía más remedio que salir corriendo al baño. Pero nadie me quitó a mí la pedazo cena que me tomé con cigalas, nécoras, percebes, bogavante....

El único momento incómodo hoy ha sido al ir a coger el coche. Lo teníamos en el Hotel Puerta de América. Al ir a pagar mi padre el ticket de aparcamiento, se le ha acercado una mujer y le ha dicho...no pagues...y mi padre que es tan legal le ha contestado...pero cómo no voy a pagar...y la mujer le ha insistido...no pagues, mira entra en el hotel y pregunta por mí, que soy Magdalena, la relaciones públicas... Mi padre se ha debido poner un poco colorao mientras le decía a Magdalena que él venía d eun funeral y que estaba con su familia...



Ya ves, tragicomedia...de la que hablábamos esta tarde. Vuelvo blandita, con ganas de acurrucarme, de perderme en un rincón de ese abrazo...esta noche me quedaría a dormir en el canto de tu caricia, en el silencio de tu sueño soñado.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Cantos de sirena


Mi cabeza da vueltas. Intento racionalizar todo lo que ocurre a mi alrededor. Paso del enfado a la tristeza, de la tristeza al miedo...el miedo me llena de ira...y vuelta a empezar.

Recuerdo hace unos años, en medio de una temporada de incertidumbre como esta, que surgió una sensación agradable. Sentía que algo estaba a punto de suceder, de pasarme, algo bueno. Nunca me había ocurrido. Tener esa sensación, quiero decir. Llegaba a sentir que podía tocar con las puntas de los dedos eso que me esperaba y que estaba a punto de alcanzarme. Y llegó. Tras unos meses apareció como por arte de magia.

Ahora no tengo esa sensación. En absoluto. Tal vez la desesperanza me bloquea e impide que la saboree. Porque quiero creer que detrás de esta mala racha tiene que llegar algo bueno.

Y si que hay algo nuevo, algo en lo que también pienso estos días. Un pequeño rayo de sol asomando entre la masa sin forma de nubes. Pero no sé hasta qué punto es cierto, o se trata de una visión mía...un necesitar encontrar un punto de apoyo, algo sobre lo que sostener la fragilidad que ahora siento...

Resuena en mi cabeza aquella frase que le oí una vez a alguien inteligente y que me sirve de mantra...en época de emociones no tomes decisiones. Así que toca esperar a que mi universo se vaya aclarando y pueda discernir lo real de lo simplemente deseado. Que no está el horno para bollos quemados y no quiero hacer daño a nadie.

martes, 13 de noviembre de 2012

Este blog permanecerá cerrado mañana 14N


Si señoras, hago huelga. Lo he decidido a las 21:00 cuando he leído un comentario en el facebook de una amiga bloguera que me ha emocionado hasta dejarme la carne de gallina.

No tenía pensado hacerla. Reconozco que por miedo. Pero esta bloguera me ha recordado que pese al miedo, o precisamente por él, debemos hacer huelga y salir a la calle. Se están aprovechando de nuestro miedo. Se están lucrando con nuestro miedo.

Mi pensamiento y mi corazón están con todos los españoles que no tienen un trabajo, que no consiguen dinero y necesitan pedir ayuda a sus allegados para comer cada día. Siento una rabia infinita hacia los que están desmantelando nuestros derechos universales, la sanidad y la educación.

Estamos gobernados por una panda de impresentables que sólo se representan a si mismos y a los ricos de este país. Al resto nos están jodiendo tanto como pueden para conseguir ellos más. Nos están robando en nuestras mismas narices y algunos, como los gallegos que los han reelegido, hasta les dan las gracias.

Porque estoy harta de que me tomen el pelo. Porque no soporto ver cómo destrozan este país que era un buen lugar para vivir hasta hace unos meses. Porque no aguanto más y me muero de miedo...mañana haré huelga.


 
 

sábado, 10 de noviembre de 2012

Va tan en serio...

Ando estos días pensando en ese poema de Jaime Gil de Biedma..."que la vida iba en serio...". Y dándole vueltas a que la balanza al final siempre se decanta hacia lo negativo...porque ultimamente lo único que trae la vida son cosas malas o tristes... pero soy consciente de que anclarme en estos pensamientos es anidarme en un pesimismo que me va a ahogar.


Salgo de trabajar a diario con un nudo en la garganta...con la antigua sensación de angustia que me apresa y me bloquea...y busco refugios donde dejar que reposen mis sensaciones...Así, en vez de ir a casa me encuentro demorando el tiempo, apurando las sonrisas que me ofrecen, encajando mi cuerpo en los abrazos que me dan y adaptando mis orejas y mi boca a las palabras que intercambio.



Llevo a vacunar a Lúa El veterinario me dice que si la veo que se pone tontorrona por la vacuna le puede mandar unas vitaminas. Creo que me vendrían mejor a mí. Me pregunta por Zoe y le comento que se ha orinado varias veces en los dos últimos meses coincidiendo con que yo he estado faltando más de casa. Ansiedad por separación, me dice. Y me quedo pensando en que no soy muy diferente de Zoe, aunque yo no vaya orinando en las maletas, en la ropa interior doblada ni a las personas que se están marchando ultimamente. Así que toca hacer ración doble de mismos a las dos. La una por vacunada, la otra por ansiosa.


Pues si...la vida iba en serio...demasiado...y como siempre que me duele tanto, reacciono empleando el sarcasmo. Es la coraza de la que me revisto en los malos momentos. Mientras, procuro no pararme, no quedarme quieta. Quizá con la esperanza de que no me alcance, quizá porque como todos yo vine a llevarme la vida por delante. Y si no puede ser, al menos que no me lleve ella a mí. Que no me arrolle.

Así que continúo coordinando el cinefórum en la Fundación donde hice el curso y con el espacio de Mujeres que aman a Mujeres en el Entredós, el lugar donde más reposo estoy encontrando estos días. Si alguna tropieza por casualidad con mi sarcasmo, no lo dudéis...una sonrisa, un abrazo y caerá abatido. En el fondo es un flojo.  

domingo, 4 de noviembre de 2012

Diferentes marchas


Escribo sin guión, tal cual sale de mi cerebro. Ni siquiera lo pongo en un documento intermedio...directamente sobre el post. Disculparme si encontrais alguna falta de ortografía, pero es que no tengo como se suele decir vulgarmente, el coño pa ruidos.

Hace una semana que murió mi tío. En realidad nunca le llamé tío, siempre fue Jesús. Pero quería aclarar el parentesco que me unía a él. Y es curioso, porque siempre he renegado de los lazos familiares, dado el peculiar grupo de personas entre los que fui a caer. Pero ese es tema para otro u otros muchos post. El caso es que era el único de la familia con el que me entendía y con el que siempre me apetecía hablar.

Me he pasado la semana como zombie, tratando de asimilar su marcha. Lo único positivo es que he visto y hablado con mi primo y su novio. Y además me di el gustazo de presentar a Xavi, a la parte de la familia que aún no lo conocía.

Por las tardes me he quedao mirando el ordenador, la televisión...sin hacer nada productivo, sin ser yo, sólo un puñado de ideas que acudían machaconamente a mi cerebro. Ni siquiera he podido llorar. Me decía hoy Luz de la Garza que me hacía falta llorar y que me estaba reprimiendo...pues seguramente si, pero qué quieres que le haga. No salen las lágrimas.

Hace un rato, estaba pensando en el por qué del bloqueo cuando se me ha ocurrido que reacciono lo mejor que puedo dado lo que estoy viviendo.

Jesús se ha marchado. Sin despedirse. Eso se hace duro. Y me he dado cuenta de que llevo una temporada de marchas, anunciadas o efectivas. Cada una, hecha a su manera. La de Jesús ha sido desde luego la más abrupta y la que me ha dejado hecha polvo.

Por otro lado, está la marcha anunciada de Luz, que me va a costar llevarla. De julio para acá nos hemos hecho un intensivo viéndonos todos los meses. Ha sido un apoyo muy importante en mi vida, en el último año en el que tantas cosas han cambiado para mí. Y tengo que hacerme a la idea de que vamos a estar muy separadas y con vidas muy diferentes como para tener el mismo tipo de contacto que hasta ahora.

Por último, una mujer que en su día fue muy cercana a mí, ha hecho un truco de magia de los malos y ha desaparecido delante de mis narices. Sin decir adios. Tan sólo hasta mañana. Si, eso fue lo último que me dijo. Mañana te cuento esto...hasta mañana. Desde entonces la veo de lejos. Y como no tengo el coño pa ruidos pues voy a respetar escrupulosamente su silencio mientras sigo con mi duelo.

No puedo entender que de repente alguien desaparezca de este modo. Sin explicaciones, sin más. Pero cada uno toma sus propias decisiones sobre cómo marcharse.

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