Ya pasó el bodorrio. Todo fue en realidad mucho mejor de lo que esperaba. Fui yo, a mi manera. Y hubo gente que no me reconoció.Me dio igual. Bailé como una loca con una amiga de mis padres que fue la única que tuvo el valor de quitarse prejuicios y decirme que iba muy guapa.
Me alegró poder ayudar a mi hermano y a mi padre a engalanarse. De la ceremonia mejor no cuento porque lo del cura no tiene nombre...
Como siempre tuve que poner calma en los momentos previos porque surgieron varios "problemillas" de los que me hice cargo. Y es que me he especializado en mantener la calma y solucionar problemas cuando todo se desborda. Aunque luego me pase factura...
Y no sé si serán esos nervios contenidos lo que se me ha desbordado ahora, o quizá un baño de realidad alternativa que tuve durante el evento... pero la post boda está siendo durita de cojones.
Ando con una sensación de vértigo y de estar totalmente perdida desde que volví de Ronda que me tiene hiperbloqueada. Recordais los dibujos del Correcaminos y el Coyote? Cuando el Coyote perseguía al dichoso pajarraco, siempre había un momento en que era consciente de que no había nada bajo sus pies y que en una décima de segundo comenzaría a caer.Pues yo tengo esa sensación de forma constante desde que he vuelto.
Y aunque en el dibujo quede gracioso y eso, en realidad es un acojone tremendo.
Siento que todo es vacío a mi alrededor, que no tengo ningún punto de apoyo, ni físico ni emocional. A veces me descubro con necesidad de hacer cosas con las manos, construir, crear algo que supongo, supla ese vacío que noto en derredor. Y entonces cojo el Lego y monto unas cuantas fichas. Y trato de dar forma a un remedo de lugar donde pueda habitar y sentirme protegida.