Ayer acudí a la cita bimensual con mi peluquero. Nada más verme, Sergio dijo horrorizado...Llevas un tejón encima de la cabeza!! De ese modo tan literal, describe la mata de pelo que tengo. No puedo dejar que crezca más porque el volumen aumenta de forma exponencial y corro el riesgo de parecer una menina de Velázquez...
Así que...en su línea de actuación, me corto como quiso para desesperación de mis progenitores que ven que conmigo no hacen carrera y de algunas personas más que no entienden que me corte el pelo. Cuando terminó y me miré al espejo vi que las canas que me han salido en la parte superior izquierda de mi cabeza y en la sien del mismo lado habían cobrado protagonismo. Me contemplé fijamente y noté como mi voz se arrancaba a decir... tengo pinta de madurita interesante... Sergió (y el resto de la gente que estaba en la peluquería) se rió en mi cara. Según él, si tengo menos de 40 no puedo considerarme madurita y con la pluma que me gasto, mucho menos interesante. Será maricón gay el jodío!!
El caso es que llegué a casa y estuve un rato mirándome en el espejo insistiéndome a mí misma en lo que me había dicho. Si señora!! estas canas me dan un aspecto estupendo!
Pero lo malo de mirarse al espejo es que a veces no te devuelve sólo un reflejo de tu físico sino que puedes llegar a ver más allá de lo que muestra a primera vista.
Recordé el post de Alson sobre Ser Mayor y lo que le comentaba sobre sacar a la niña que llevas dentro. Me di cuenta de que llevo semanas sacando a la niña caprichosa que llevo dentro y dejándola que campe a sus anchas. El resultado es que no consigo dormir, que me duele la cabeza y que ando cabizbaja todo el día intentando encontrar una explicación a mi comportamiento.
Así que volví a mirarme en el espejo y me dije que para ser una “madurita interesante” no me puedo comportar como una niña caprichosa y que ya basta de hacer el tonto y de comportarme d eun modo que no me está haciendo bien, Tengo mis objetivos claros y no puedo dejar que la visión de un caramelo, por muy dulce que sea, me haga perder el rumbo.
Finalizan ya mis vacaciones. A partir del lunes vuelta al trabajo y a todas esas cosas que quiero hacer, aunque me cueste mucho centrar mi atención en ellas y lograr terminarlas.
Pues ya sabes, ponle un correctivo a la caprichosa y deja de hacer el gamba... ;o)
ResponderEliminar(Gracias por la mención)
A ver, discrepo... qué tiene que ver que la madurita interesasnte se de sus caprichos de vez en cuando? a ver si ser una madurita interesante va a ser motivo para encorsetarse... o es que he entendido mal?
ResponderEliminarLa cosa es conseguir equilibrio...
besos
Esta misma semana me han llamado dos veces "señora" y he mirado a los dos lados sorprendida porque no creía que se referían a mí... las canas me salen dispersas por toda la sesera y esas ya no me sorprenden... pero fíjate que cada día estoy más cerquita de la niña que fuí... y tan agustito con ella oye, me cae muy bien... Quizá porque es/era una niña muy sensata y además ahora ( a los casi 40)me permito más licencias y premios... o será porque en mi trabajo estoy con niño/as y adolescentes ...mmmmmm¡ voy a pensar más sobre esto.
ResponderEliminarBesos. Lenteja
Alson, con todo lo que me haces pensar como para no mencionarte...
ResponderEliminarPena... nada de corsés. Eso se lo dejamos a Escarlata O'Hara. Pero a veces es tan complicado conseguir un equilibrio entre lo que se debe hacer y lo que se puede hacer...
Lenteja!! yo busco a la niña que hubiera sido y trato de acercarme a ella. A ratos gamberra, a ratos sensata y siempre muy sensible. Es muy importante no olvidarse de esa parte de nosotras mismas. Estooooo, no pienses demasiado que es findeeee
mmmmmm... cuánto más madurita me siento más me concedo los deseos, lo que de verdad siento que quiero. ¡Ser madurita es más o menos como convertirte en tu propia hada madrina!
ResponderEliminarjajajaja Y sí, querida, lo normal es que sobre los cuarenta aparezcan las canas.. que da aspecto de interesante pero no tiene por qué.
Besos
Morgana, en mi caso es que la madurez no me ha traído la habilidad para rechazar lo que siento que no quiero. Y lo de interesante, según se vea cada una. Hay días que me levanto y me horrorizo frente al espejo pero hay otros que me digo... mira qué guapa soy!! jajaja
ResponderEliminarUn abrazo!!
Todas llevamos a nuestra niña dentro de si, ella es la parte madura, sensible y estable de la vida,
ResponderEliminarbien dijo el gran Jhon Lenon
"La vida es lo que te pasa mientras estás ocupado en otros planes."
Que este bien bonita!
Yo me apunto a lo que dice Morgana. Soy del mismo parecer, pero como ya no creo en las hadas madrinas, sustituyo unas palabras de su frase y lo dejo en "¡Ser madurita es más o menos como convertirte en tu propia madre!" Pero ojo, madre patanegra.
ResponderEliminarHay que ver, hasta a mí me empiezan a llamar señora, y eso que de vez en cuando hay gente con la vista sin gaduar que me echa diez años menos. Jaaajajaja. Que sigamos cumpliendo años "con salú".
ResponderEliminarEstoy con tu peluquero: interesante, por supuesto, pero ¿madurita?...
ResponderEliminarClaro que la imagen, por lo que cuentas, es lo de menos. En ese caso, si te veo madurita. Y me temo que desde hace bastante, aunque tu comportamiento te parezca, a veces, infantil. Pero, mujer, a quien le amarga un dulce de vez en cuando...
Besos y una sonrisa.
Estoy al 100% con el post de Alson, media vida queriendo ser mayor y ahora mataría por volver a ser pequeña! Seguro que eres una madurita interesantísima, tu ni caso a lo que diga el peluquero! jaja ;)
ResponderEliminarDos Vidas (no sé si eres una o la otra) menos mal que el peluquero es muy majo y me llevo genial con él que si no!!
ResponderEliminarJC... siempre me dibujas una sonrisa en la cara... Gracias!!
Juli Gan: te empiezan a llamar señora? A mi hace tiempo que me lo dicen algunos chicos. Y lo peor es que algunos adultos "miopes" me llaman CHAVAL!!
Candela: Creo que tardaré en convertirme en esa madre patanegra que dices... algún manual de instrucciones?
Mayela: no logro entender la frase de John aplicado a lo mío. Creo que la vida es lo que me pasa cada día. Lo que sucede es que hay múltiples realidades y escenarios en cada vida y no puedes atender a todos.