domingo, 23 de noviembre de 2014

Peludita


Primero oía sus alegres pasitos en la escalera. Al momento escuchaba sus resoplidos. Sabía que allí estaba ella, intentando oler por debajo de mi puerta. Era la manera que tenía de anunciarse. Entonces le abría y ella comenzaba a correr por el pasillo hasta el fondo de la casa. Se apresuraba por llegar a ese rincón donde yo tenía sus juguetes, aún cuando ya no compartíamos la vida...

Recuerdo la primera noche que durmió en mi casa. Su dueña, mi pareja de aquel entonces, estaba pintando su diminuto apartamento y a pesar de su reticencia la convencí para que dejara que Guaya viniera a pasar el día a mi casa. La idea inicial es que mientras ella pintaba la perra estaría conmigo y volvería con ella para dormir.

Por suerte entró en razón cuando a la hora de la comida vio que ni iba a terminar de pintar ni el olor permitiría que nadie durmiera allí. Guaya había pasado la mañana en mi casa y habíamos jugado, visto la tele, dado un paseo. Al mediodía comencé a hacer la comida. Al rato, mosqueada porque no oía a la perra fui al salón a verla y al pasar por la habitación me encontré con que estaba allí.

 

Mi ex no quería que la perra se subiera a mi cama y se enfadó bastante pero una vez que lo había hecho, a mí me daba igual y la dejé que se echara su siesta apoyada en el cojín.

Por la noche se subió a la cama con nosotras y curiosamente se hizo un burruñito pegada a mi tripa. Me soprendí al darme cuenta de que Guaya y yo estábamos haciendo la cucharita!! Le pasé el brazo por encima y nos quedamos las dos dormidas y quietas.

Meses después, cuando tuvo una pancreatitis que casi muere pasé la noche en vela tratando de calmarla. La medicación le había generado una ceguera temporal y asustada trataba constantemente de tirarse de la cama. Creo que fue entonces cuando descubrí que para mí era parte de mi familia afectiva y tan importante como las personas más cercanas. Tuvimos suerte y tras unas semanas jodidas se recuperó para volver a ser la dulce y juguetona perrita de siempre.






Después vino la ruptura de pareja y descubir cómo los animales pueden ser utilizados para hacer daño al otro, igual que los hijos en los malos divorcios . Muchos días subían la perra y ella hasta mi piso para ver a otra vecina. Desde el otro lado de la puerta escuchaba a Guaya llorar al pasar y querer entrar en mi casa. Fue bastante más duro de llevar no poder ver a Guaya que tener que ver a mi ex (y vecina) todas las semanas.

Cuando la situación se normalizó aprendí a disfrutar de ella las pocas veces en que la encontraba en la calle. Siempre tenía un lametón para mí y su rabito se agitaba contento en cuando me olía.

Poco a poco fui viendo cómo su alma de cachorro, que había mantenido indemne hasta los 11 años, se fue apagando. El último año apenas podía ver y le costaba reconocerme cuando nos encontrábamos en la calle. Hace unos días mi ex decidió dormirla. Me hubiera gustado poder despedirme de ella, de la peludita que me enamoró y enseñó tantas cosas.

Quiero creer que ahora corre por un inmenso campo verde de cesped y se mete en las acequias sin perder el juguete que lleva sujeto en la boca. Seguramente se habrá hecho amiga del peludín de una amiga que partió hace un par de semanas.  Qué otoño más horrible.

24 comentarios:

  1. Leído esto... ¡te voy a salpicar con todo lo que pueda!

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    1. Gracias María!! Ando un poco necesitada de salpicaduras (o blandas) como las tuyas.

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  2. Pobrecita.
    Nosotras llevamos 6 años de custodia compartida, es muy duro. Quizá termine pronto esta situación, espero que para bien.

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    1. He conocido alguna pareja con custodia compartida. Para algunas es un ejercicio de civismo que les incita a llevarse mejor con su ex. Otras se largan con el peludín y ahí te quedas. Son tan insensibles que no se dan cuenta que no sólo sufres tú. A mí me partía el corazón oir llorar a Guaya cuando pasaba por mi puerta o cuando me oía bajar las escaleras.
      Espero que se solucione de la mejor manera posible para tu peludita :-)

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  3. Seguro que ahora está en el cielo de los peluditos y peluditas... Lo habrà, verdad?
    Besos y guaus
    Etcétera

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    1. Si ETC, tiene que haber un cielo para ellos porque son seres que nos proporcionan tanto cariño, felicidad... y sin pedir realmente nada a cambio. Son muy generosos y buenos compañeros los peludines...
      Bueno, Zoe me pide latitas todos los días pero ella también es una buena peludina.... :-)
      Guaus y prrrmiaus!!

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    1. Intento quedarme con todo lo bueno que viví con Guayita. Fue lo mejor de aquella relación, con diferencia y procuro centrarme en todo lo que me enseñó y el amor que me dio.

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  5. Estos bichejos que se meten en nuestras vidas y aunque sea poco pasan a ser una parte de nuestras vidas. Animo!

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    1. Gracias Tuki! Se pasa mal cuando toca separarse de ellos, es un duelo en toda regla. Pero nos aportan tanto...

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  6. Alasdemariposa: Suerte que te conoció y la conociste. Hace dos años que murió la mía y me has hecho llorar .Tienes alma para los animales. Siempre que leo, veo, escucho ...algo sobre gatos me acuerdo de ti y de las tuyas.un abrazo

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    1. Qué bonito lo que dices, Alas!! La gente que tenemos animales y los tratamos como a uno más de nosotros, nos comprendemos..
      Espero que las gatunas me duren mucho, aunque Zoe comienza a ser mayor, que ya tiene 12 años. Intento que sean felices conmigo y que disfruten de su vida gatuna lo más posible.

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  7. Los animales saben dar y recibir sin hipotecas y ese afecto natural enamora siempre.
    Duro el otoño, es cierto.

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    1. Estamos teniendo muchas pérdidas, verdad? Me abrazo a Zoe y a Lúa para intentarreconfortarme. Ellas también tiene ese superpoder :-)

      Un abrazo, Cereza.

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  8. Bonita y triste historia a la vez Chris.
    Son seres nobles y generosos, no hablan pero con la mirada (y su rabito) saben decirnos de todo su amor y alegría. También se vuelven expert@s en sacarnos algún premio ;-) sin duda nos dan muchísimo más de lo que reciben en cuidados y caricias, pero tu todo esto ya lo sabes de sobra con tus mininas!!!

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    1. Me encantaba el rabito de Guaya. Se lo cortaron cuando era pequeña... ya le llegó así a mi ex pero lo movía mucho y le encantaba que le frotases en la base.
      Algún premio???? A mi Zoe y Lúa me ponen cara de "gato con botas" con esos ojos redondos y grandes y me sacan hasta los millones del banco que no tengo!

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  9. Qué triste... no quiero ni pensarlo....

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    1. No lo pienses. Tú sólo disfruta de Paquito todo lo que puedas :-)

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  10. Que malage la de tu ex. Yo no sabría que hacer sin mis 3 perritas y menos en una historia como la tuya: que te huele y te reconoce y no puedes acercarte a ella, aggggg.

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    1. Allá ella con sus egoismos Isa. Tampoco me ha avisado de que la iba a dormir. Lo que jode es que por hacerme daño estaba provocando dolor a la perra, pero esa es su vida.
      Lo pasé bastante mal por el amor que sentía hacia Guaya y la imposibilidad de comunicarme con ella. No quería que sintiera que yo la había abandonado. Con este post quiero rendir un homenaje a la peludita, porque fue alguien clave en mi vida.

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  11. Hola! Has sido premiada, si quiere saber mas ...pásate por mi blog.
    Saludos!

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    1. Hola Tuki,

      gracias por el premio, por haber pensado en mí y querer compartir el test. Espero que no te moleste. No suelo seguir las cadenas. A estas alturas, todas las mardishiones gitanas y los años de mala suerte se habrán cernido sobre mí.

      Besos!

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