jueves, 30 de octubre de 2014

Desde la planta 14


Crecí en un barrio al noroeste de Madrid. Desde la ventana de mi habitación se veía una vaguada enorme que nos separaba del siguiente barrio. Aquella vaguada donde yo jugaba de pequeña, se rellenó a primeros de los 80 con un centro comercial enorme y una carretera de varios carriles que pasaba por la esquina de mi fila de bloques.

Recuerdo que prometieron que en aquella esquina colocarían una estatua gigantesca de un hombre desnudo, de unos 20 metros. Imaginaba que miraría por la ventana de mi habitación desde mi planta 14 y vería los huevos de ese hombre. Por suerte, aquella promesa nunca se cumplió.

Desde el otro lado de la casa se divisaba el campo y al fondo las montañas de la sierra. Por la ventana de la cocina veía atardecer mientras cenaba. Si, crecí mirando al cielo. Tenía la inmensa suerte de tenerlo cerca y de vivir en un barrio muy abierto. Desde la altura podía contemplar la Osa Mayor. La buscaba cada noche antes de acostarme para cerciorarme de que seguía allí y que con alzar un poco la mano podría llegar a tocarla.

Atardecer desde la cocina

 

Quizá por eso, cuando me mudé, me enamoré de mi casa. Pese a ser pequeña y estar en el centro de Madrid, se encuentra mirando a un parque y veo el cielo con facilidad. Me di cuenta el otro día, al ir a casa de mis padres.

Me paré en mitad de la calle y lentamente fui girando sobre mí misma. Pensé en lo poco y mucho que ha cambiado. El espacio abierto es el mismo. Por suerte, algo está cambiando y encontré consignas que nunca antes había visto
Al fin algo de sentido común en el barrio

Ahora que lo pienso... mi antigua calle también es cuesta abajo!

 
Creo que el espacio en que crecí me marcó tanto que de modo inconsciente busqué casi lo mismo. Sólo me falta poder ver amanecer como antes hacía cada día desde la planta 14. Y aunque el horizonte ha cambiado mucho, la verdad es que el cielo de Madrid sigue siendo muy hermoso.



Esta foto la hizo mi padre.

10 comentarios:

  1. ¡Bonitas vistas! Desde mi casa veo una joya arquitectónica... :)

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    1. Ummmmmm, yo también. En mi caso la Catedral de la Almudena. Ah no, que no es una joya arquitectónica precisamente... pero bueno, siempre adorna! ;-)

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  2. Yo busco el cielo desesperadamente, será porque mi habitación de pequeña era interior. Ahora mi piso es todo exterior y alto, aunque desearía que los edificios no modificaran tanto el horizonte.

    Por cierto, me acabas de enseñar una palabra nueva (vaguada). Justamente leí ayer que aprender palabras nuevas activa las mismas zonas cerebrales que el comer o el follar

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    1. Me siento afortunada cuando me doy cuenta de lo bien que he vivido de pequeña. Y aunque mi casa de ahora es "escasa", me gusta mucho la zona. Si tiene que llegar algo mejor algún día... llegará.
      Estoooooo, te dejo, que voy a coger el diccionario a ver qué aprendo jejeje

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  3. Bonitos cielos Chris, lástima que ahora a las 6 ya sea de noche.
    Un petó,

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    1. Ay Rosa M, cuando llega está época sueño con que sea ya mediados de febrero...

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  4. Qué curioso... Yo también busco la Osa Mayor cuando hay cielo estrellado. Siento que mientras pueda encontrarla, hay esperanza.

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  5. Alasdemariposa:Hay querencia genética por los cielos, por lo que se ve.
    A disfrutarlos que el otoño es perfecto para eso.

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    1. Hay temporadas que miro poco al cielo... cuando estoy triste sobre todo. Y esta es una de esas épocas. Pero gracias por recordarme la buena temporada que es ahora.

      Besos.

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