Hay noches que se
impregnan en la piel. Suspiros, palabras, caricias dejan costra. Las
risas se adhieren y las miradas a media luz caen de forma
desordenada. Una acá en tu cuello, en la cadera y junto a la
costilla. Todas descienden por tu espalda hasta alcanzar dunas y
tumultos.
Esas noches en que
las breves horas se suspenden y aniquilas madrugadas de penumbras,
con la media voz, con los susurros. Con estrellas y lunas adueñándose
del escaso espacio que dejan los latidos. Con el deseo a tu lado.
Con su acento acariciando tu olvido.
El beso ya no es un
cuadro de Klimt, sino apenas un ruego. Una coordenada que nunca ha
pretendido un rumbo. Un nombre no invitado los miércoles. El momento
que no fue más que azar sobrevenido.
Cierra los ojos.
Están cerrados.
Mis labios se mecen
entre tu clavícula y tus sentidos...
Estás sembrada de palabras y sentimientos...
ResponderEliminarAmbos me salen por los poros. En el caso de las palabras resbalan hasta los dedos y a veces acierto a ponerlos en letras.
EliminarUn abrazo enorme, guapa!!
Alasdemariposa :
ResponderEliminarPero bueno... empeñada en que me quede muda,no?.
Precioso!
Qué suerte de sentires.
Besos
Disculpa el retraso en contestarte... parezco empeñada? ;-) Tan sólo disfruto de lo que va llegando. Creo que sentir no es algo afortunado. A veces tarda mucho en llegar pero cuando por fin lo hace, mejor disfrutarlo con plena consciencia.
EliminarBesos!!
Querida Chris, qué gusto leerte de nuevo y así... Emocionalmente redonda como tus historias. Voy a seguirte la estela. Cuando pueda. Sin prisa. En ratos desvelados.
ResponderEliminarUn beso y un abrazo.
Cuando puedas y te apetezca. Sabes que siempre has sido bienvenida en mi espacio. Hay un puente laaaaargo entre tu tierra de voz y la mía de escritos por el que transitamos las dos a placer. Me gusta especialmente encontrarte en cualquier punto del puente con tu sonrisa y tu swing.
EliminarUn abrazo enorme.