En mi infinita torpeza, me cuesta mucho
diferenciar algunos aciertos de algunos errores. Podría recurrir a
la definición de un diccionario. Pero creo que el verdadero manual
es el de la Vida, el que otorga significado a cada cosa, más allá
del puro convencionalismo lingüístico. Tal vez por eso soy incapaz
de aprender de algunas experiencias.
Porque...¿quién me puede decir lo que
es un error o un acierto? Tendemos a catalogarlos habitualmente por
el resultado inmediato. Pero soy de las que piensa que la vida no
está compuesta de una serie de sucesos fortuitos sino que son una
sucesión de hechos concatenados. Dicho de un modo más simple. Lo
que hago ahora tendrá una consecuencia en el futuro, propiciará, o
no, algo que sucederá o no en el futuro.
No pude acabar mi Licenciatura de
Periodismo. Y todo el mundo se harto de decirme que estaba cometiendo
un error enorme por no intentar terminarla de alguna manera. Quizá
porque no pude acabar la carrera hoy en día no trabajo en un medio
de comunicación. Y quizá, precisamente por eso, pude con el paso
del tiempo distanciarme de personas muy cercanas que me estaban
haciendo daño. Personas con las que habría compartido el lugar de
trabajo.
Llevo unos días tratando de examinar
lo que he hecho y lo que he dejado de hacer en estos dos últimos
meses. Ha habido algunos momentos en que he sido feliz y otros que me
han hecho llorar. Pero a estas alturas de mi vida, no me atrevo a
juzgar unos como rotundos éxitos y otros como auténticos errores.
Considero que sólo son errores aquellas cosas que hago con la
conciencia de que me van a perjudicar, de que me voy a causar daño
haciéndolas. Luego, el resultado puede ser variable y como nunca sé
de qué manera va a marcar el resto de los acontecimientos...pues
casi nunca me detengo a pensar si estoy metiendo la pata.
Todo este rollo para contaros que no sé
si últimamente he cometido errores con cosas que he hecho con buena
fe y que han resultado un desastre. Que no sé si algo en lo que me
estoy empeñando en las últimas semanas es correcto porque me
atraerá cosas positivas o no... Y ese empeño hay días en que
decae y se transforma en una tristeza larga que me deja sin fuerzas
para apartarla de mi pensamiento.
Si, me reconozco humana. Y es más...me
confieso débil. Porque en algún rincón en que no te encuentro, aún me duele tanta ausencia de ti.
Eres humana?, vaya, porque lo has dicho si no... jeje
ResponderEliminarTriste el final, pero precioso en su tristeza, me explico?.
Bueno es que me acabo de levantar.
B.días.
Siendo seres en construcción, parece que estamos siempre en un banco de pruebas.
ResponderEliminarEsa asusencia, esa carencia ¿no estaremos buscando la aguja que perdimos en nuestra propia casa, a la luz de un farol que esta en la calle?
no te plantees si estás cometiendo un errror, a veces no podemos remediar lo que hacemos o sentimos o en qué nos empeñamos aunque sospechemos que la estamos cagando...yo soy de las que no se arrepiente ni de los errores siempre que estos no hagan daño a otra persona, los errores son parte del aprendizaje y de la experiencia...vaya rollo que te he metido...un beso
ResponderEliminarAinss, yo estoy como tú. Que no me aclaro. Me sigue doliendo la ausencia.
ResponderEliminar¿tampoco terminaste periodismo,?? jajaja. No era nuestro destino.
Cuidadín no te conviertas en una traficante de la debilidad...
ResponderEliminar(sin intención, por supuesto)
Alas, leí tu comentario a los 20 minutos de escribirlo y lo entendí perfectamente. Y es que a veces la tristeza se inunda de belleza también.
ResponderEliminarMaritina...me ha encantado la metáfora. En mi caso creo, o quiero creer que ya no. Me queda la nostalgia de algo por lo que he luchado mucho y ha llegado ya el momento de darme por vencida y saber que no tiene razón de ser.
Jam...yo tampoco soy muy de pararme a pensar en eso. Hace años me bloqueaba con los "y si...", y decidí dejar de castigarme así. Nada de rollo, te agradezco tu opinión.
Martina, quizá es más complicada de superar la ausencia de quien está a tu lado cada día...
Fíjate que aunque no estoy licenciada me considero una verdadera periodista y de verdad desde la humildad, mejor que muchos otros. en mi caso lo he mamado toda mi vida y no he perdido nunca el contacto con ese mundillo...
Repo, lo único que quiero es ser y mostrarme fuerte.
solo podemos hacerlo lo mejor que sabemos...una sieeeempre intenta acertar, y a veces se acierta mas que otras, eso es todo.
ResponderEliminary si que eres fuerte...porque miras en esos rinconces, te dueles, y sigues adelante.
muchos besos
Tengo una amiga que dice que las decisiones que tomamos siempre son las mejores de acuerdo al momento personal y a los recursos con los que contamos. Creo que tiene razón y que además lo más importante es lo que hacemos con las consecuencias. Lo que aprendemos, cómo nos fortalecemos...
ResponderEliminarbesitos niña, seguimos hablando
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAh, pensé que lo que querías era demostrar tu sensibilidad... (será que me he liado)
ResponderEliminarRepo...quizá la cosa vaya de matices.
ResponderEliminarEn mis post no trato de demostrar nada más que soy humana. Que me caigo, me levanto y vuelvo a caer.
No sé realmente la imagen que daré a través de lo que escribo. Siempre he tenido la impresión de que escribiendo soy un poco ñoña, o dicho de forma educada...que muestro realmente mi sensibilidad, la que quizá no dejo traslucir tanto en persona, por timidez, miedo o falta de confianza.
Cuando en el comentario anterior pongo lo de ser y mostrarme fuerte, es un deseo hacia una persona concreta, de la que tú y yo hemos hablado este invierno pasado. Ser fuerte y mostrarme fuerte para terminar de salir del bucle. Poco a poco lo voy consiguiendo, pero precisamente por esa humanidad, hay días en que olvido que mi propósito es dejarla atrás.
Un abrazo!