Mi periplo hospitalario aún continúa.
He tenido que ir al neurólogo. Ya no cabe duda, estoy mal de la
cabeza. Sé que acabo de confirmar vuestras peores sospechas.
Tranquilas...también las mías...
Pero harta de tanto trajín, médico
va, pastilla viene...decidí hace unas semanas regalarme algo para
celebrar el aniversario. ¿Qué aniversario? Pues el mío propio.
Hace un año que comencé con mi crisis de ansiedad y al paso que voy
dejaré en ná la económica!
Pues eso, que aproveché el fin de
semana del aniversario y una invitación sureña recibida para
lanzarme a la aventura. Normalmente preparo los viajes con mimo y
cuidado. Elijo bien el destino, me busco información y mapas y
cuando llego casi casi ya lo conozco.
Ahora bien...esta vez fue completamente
diferente. Me dejé llevar por mi intuición y me subí en un avión con mi oboe como único equipaje, rumbo a una isla. Si, una isla de esas que aparecen en los folletos
turísticos. Ese destino que promete y garantiza sol y juerga. Pero
algo debió suceder durante el sueño que eché en el avión. Estoy
segura de que un capitán Garfio moderno secuestró el avión y me
llevó a una isla perdida en mitad del océano. Desaparecida de los
mapas para que nadie acceda a ella. Si, estoy convencida de que
cambiaron mi lugar de destino y me llevaron al lugar más especial de
la tierra.
Un lugar mágico, alejado del sol,
lleno de nubes, brumas y nieblas. Pero lejos de ser frío, lo
habitaban dulces personas. En especial la que me acogió y la que se
encargó de llenar mis oídos de música preciosa.
Cómo puedo explicar lo largo que se me
ha hecho este viaje... Fueron cuatro días que parecieron meses por
todas las vivencias...Quizá es que en vez de recorrer 4.000
kilómetros me fui mucho más lejos. Por momentos pensaba que había
llegado al límite del mundo.
Surcamos caminos donde parecía que
acababa el planeta que conocemos. Recorrí senderos propios de la
Tierra Media, abrí los ojos buscando hobbits y estreché una mano
para guiarla ciega por el mundo de los sentidos.
He vuelto enamorada de un príncipe
amarillo, he llegado con la las nubes que pude atrapar en mi maleta y
Silvio en mis oídos. Ojalá...Ojalá nos encontremos de nuevo en algún breve
espacio...my huckleberry friend...
Oye, pa mí que te viniste a mi isla, pues es tan mágica como la describes! ;-) Me gustan las fotos, en especial las orejillas de un hobbit grande que vi por ahí!! ;) Cuánto me alegro de que hayas disfrutado de tu regalo y de que haya sido tan especial. No te mereces menos, Chris!! Un besote y sigue paladeándolo y disfrutándolo :)
ResponderEliminarojalá...
ResponderEliminar¿ tocas el Oboe?
ResponderEliminarun beso
guau, pedazo de viaje :))
ResponderEliminardi que si, que agua que corre no mueve molino. y hay que pillar todos los molinos que podamos por el camino.
un beso grande para esa cabeza que va y viene
cuánto me alegro, chiquilla!! Me alegro mucho de que hayas disfrutado tanto.
ResponderEliminarUn abrazo!
oboe? qué guay! casi tanto como la escapada!
ResponderEliminarUn abrazo, Chris.
ResponderEliminarVaya viaje!
ResponderEliminarBesos ;)
Chris....sé dónde has estado....:) Me alegra que estés mejor....sigue dando noticias,aunque ese turismo no es nada hospitalario, oiga....
ResponderEliminarKika, tal vez tu isla sea muy parecida a la que yo visité, pero creo que nunca podrá ser la misma, simplemente porque cada una la vive de modo diferente. Y eso, lejos de ser negativo resulta de lo más enriquecedor. Seguro que si tú me hicieras de guía me llevarías por sitios diferentes en los que viviría tantas aventuras como he vivido estos días.
ResponderEliminarTe gustan las orejillas del hobbot grande? Yo he vuelto enamorada de un hobbit "mediano" y rubio que confió en mí y se hizo una pelotilla en la playa para que lo llevase mar adentro!
Jam...no te imaginas la cantidad de deseos que engloba ese ojalá...
Bur...ya me gustaría tocar el oboe! Todo lo más toco las narices del personal de vez en cuando. Lo del instrumento es una metáfora sobre una cosa que sucedió entre mi anfitriona y yo al poco de conocernos. Un abrazo!!
A punto de...recomiendo ese tipo de viajes a todo el mundo al menos una vez al año. Son experiencias tan maravillosas que suponen una verdadera catarsis!
Hormiga...te remito a lo que le he contestado a Bur. Debo estar bajando puntos :-(
Juli Gan...gracias por ese abrazo. Ando necesitada de mimos y me viene al pelo!! Otro para ti también!
Candela...a veces no ghace falta irse tan lejos. Lo que cuenta es la experiencia, aunque haya sido a la vuelta de la esquina!
Verticana...me muero de curiosidad...cómo sabes dónde he estado? Ateniéndome a tu historial...no serías la chica que se sentó a mi lado en el avión y me vio blogueando???? Ah no!! que esa era un pelín más rubia que tú jajajajaja Un abrazo enorme!!
Prometo seguir dando noticias y sobre todo guerra!!!
"La belleza de las ballenas"... Bonita imagen.
ResponderEliminar¿Te puedo dar un abrazo yo también?
El azul del agua es maravilloso!!
ResponderEliminarPor lo que has vivido en este viaje no queda duda que fue una experiencia mágica, deseo con todo mi corazón que permanezca siempre viva y fresca en tu pensamiento a través de los recuerdos.
Un beso bonita!!!
Las Islas y sus gentes nunca dejan indiferente.
ResponderEliminarJC...¿sabes que eres el único hombre, exceptuando a mi padre al que me gusta abrazar y que me abrace? No sólo te lo permito sino que te lo pido con todo el mimo del mundo!! Y, por supuesto...te lo agradezco...
ResponderEliminarMaye...siempre, siempre quedará en mi recuerdo la multitud de sensaciones que me han llegado en estos cuatro maravillosos días...Imágenes, sonidos, olores, sabores, tactos suaves y rudos...todo ha quedado tatuado en mi piel. Lástima que no encontré una postal que me gustara para ti.
Repo, cada isla es diferente y tienes razón, no nos deja indiferentes. Aunque sean islas grandes como Inglaterra, de la que salí echando pestes...
Uhmmm, con lo curiosa que yo soy y no he leido el nombre de esa isla por ningún sitioooooooooo.Ponte bien ya del todo.
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