Cada vez lo tengo más claro. Soy la reencarnación de un sherpa. Me encanta subirme a todos lados. Y es más, para la edad que tengo estoy bastante ágil. Pienso en el lugar que quiero alcanzar, calculo la fuerza que tengo que imprimir al salto y ¡allá voy! De esa manera puedo ver las cosas desde la altura. Siempre me ha gustado contemplar todo con perspectiva y subir hasta lo más alto me permite hacerlo.
Cuando bajo y pongo los pies sobre la tierra vuelvo a ser la mimosa de siempre, tierna y cariñosa en la intimidad. Tengo que reconocer que mi carácter tímido aparece cuando hay más gente. Sobre todo si no les conozco. Entonces procuro apartarme y quedarme al margen de las conversaciones. Paso de meterme en conversaciones ajenas.
En cambio me puede la curiosidad...investigar...hubiera sido una buena periodista, si!! Me gusta descubrir qué hat detrás de todo, no quedarme sólo con lo que se ve a simple vista.
Llevo un par de días asomada al balcón. Miro la gente que pasa y me invento historias acerca de todos ellos. Juego a imaginar si ese señor que pasea con un perro le llevará de paseo hasta el rio, o si la señora que arrastra el carrito de la compra traerá unas sardinas.
Estas últimas noches he dormido mal. Estaba inquieta, sin terminar de encontrar la postura. Me he levantado muchas veces y hoy ando tirada en el sofá, agotada.
Sé que este es mi hogar, mi nuevo hogar. No es tan grande como el anterior, ni hay escaleras por las que pasar el día subiendo y bajando pero la verdad es que me encuentro muy a gusto y Chris se ha volcado para darme el cariño que echaba en falta en mi anterior casa. Me acaricia, me da mimos, me habla de la familia y hasta me ha enseñado fotos de mis primos Lalo, Violeta y Pacorro.
Eso si, hoy ha sucedido algo curioso. Cuando ella se iba a vestir, he aprovechado que ha abierto el armario para dar un salto de los míos y subirme por encima de los cajones. Me he quedado sentada tranquilamente encima de unos vaqueros, olisqueando las camisas y chaquetas. Entonces ella, muy seria, me ha dicho...Abajo Zoe!! en esta casa nadie entra en el armario, en todo caso salimos de él!!
No me ha quedado más remedio que pegar otro salto hasta la cama. Con lo que me gusta explorar los cajones...
Oteando desde lo alto del sofa |
Es que está claro que es su hogar!, jaja, cómo va la compañía?
ResponderEliminarQué envidia me da verla!
ResponderEliminar(sí, por las personas no siento estas cosas)
:) asi que tienes una gata exploradora...y muy reguapa por cierto. bienvenida.
ResponderEliminarbesos!
¡Es tan bonita! Tiene cara de buena persona, perdón, gata. Me encanta verla con su manita recogida como ellos se ponen para descansar cuando se sienten en confianza, esconden sus defensas. Es preciosa y ya lo estarás viendo, una estupenda amiga y compañera. ¡Bien por Zoe!
ResponderEliminarZoe, dile a tu jefa, amiga o como la trates tú, que te deje entrar en el armario, que sus primos lo hacen y lo dejan todo bien olisqueado y de paso lleno de pelos suyos. Les encanta oler nuestra ropa e incluso encerrarse a dormir allí dentro.
Besotes, Chris
Hola, Zoe!!. Pues nada, explora y salta mucho. Y encontrarás la postura y turincón preferido para dormir.
ResponderEliminarHola Zoe, soy Skin, vivo con Lenteja, dice mi humana que va a mandar un correo a la tuya sobre cosas de nosotros ( nos llaman gatos ) para que no te pille de sorpresa; Lenteja no estaba amaestrada para servirnos y me ha costado un poco que se le meta en la cabeza . Espero que tu Chris sea más rápida y asuma rápidamente que quien pone los límites eres tú. Que el armario es tuyo, faltaría más....
ResponderEliminarBesos.Skin
jajaja, Lenteja digo, Skin,¡cúanta razón tienes. Miky se suma a la propuesta (o era una protesta?)
ResponderEliminarZoe! bienvenida a este lugar donde toooodo puede pasar, para muestra....
ResponderEliminarmiau < marramamiau
ResponderEliminarBienvenida a tu casa Zoe, no olvides que Chris debe creer que ella manda en casa, pero tu, como toda una gatuna sabes qué las gatas mandan y las dueñas obedecen.
ResponderEliminarDale a Chris un beso de mi parte y para ti una sobadita.
(pienso que trasto se siente marginado)
Que preciosidad, menuda aventura acabas de empezar XD
ResponderEliminarAy, Chris, qué bien me lo estoy pasando leyendo sobre tus gatas. Me acuerdo mucho de cuando nuestro V era pequeño y hacía cosas parecidas. ¿Qué tendrán los gatos? Arañan, patean, no te dejan dormir, hay que plegarse a sus deseos... Y sin embargo... ¡son tan lindos!
ResponderEliminarLo que no conocíamos era el juego del tampón... Se lo acabo de comentar a mi novia y su respuesta ha sido: "¡Claro!" :P