Ayer hacía algo de frío en Madrid... y sobre todo unas nubes que presagiaban agua. Estuvo cayendo por la mañana y andaba yo preguntándome si nos daría tregua por la tarde.
Pero allí estuvimos... en el acto de conmemoración del día de la Visibilidad Lésbica. Y lo cierto es que lo dimos todo.
Nerviosa como un flan, intenté disfrutar lo más posible y olvidarme de que era de las novatas. Pasito a un lado, pasito al otro... molaba ver entre el público pareja, blogueras, viejas conocidas y hasta gente que me conoció hace años y que al verme se acercaron a saludar.
Como siempre, un montón de curiosos cotilleando mientras nos preparábamos... señoras que nos daban su bendición, señores que se alejaban refunfuñando y presurosos al enterarse que aquello era por las lesbianas, incluso alguna anciana incauta que quería comprar la camiseta que llevabamos, sin entender bien el mensaje que ponía.
Ha sido la primera vez y espero que después vengan muchas más. Gracias, muchas gracias a las que habéis compartido este momento conmigo. Por venir a vernos, por aguantar el chaparrón que al final nos cayó. Por disfrutar de la magia de la percusión...