Manifiestamente discordante

Hace un montón de años, para un trabajo de la Facultad le hice una entrevista a Antonio Martín. Por si no os suena, os diré que era un jugador de baloncesto del Real Madrid. Hermano del gran Fernando Martín, había sido de los primeros deportistas españoles en estudiar en una universidad norteamericana. Cuando me comentaba acerca de esta experiencia, me decía a propósito de la diferencia de culturas que “Spain is different y además es divertido”. Siempre recordaré la frase de Antonio. Quería decir que a pesar de ser tan distintos a otros países no debíamos avergonzarnos por ello.

Ayer pude percibirlo en la Manifestación en defensa de los servicios públicos. Hacía un frío horroroso, del carajo!! Eso si, la noche era perfecta. Una luna llena inmensa se alzaba sobre la Puerta de Alcalá. Con mi anorak bien abrochado y mi gorra calada todo lo que se podía me incorporé al la larga cola de la manifestación. Aún así me congelé, pero el estar tan rodeada de gente en la misma situación anima lo suyo.  

Foto mala hecha con el móvil

Hacía algún tiempo que no iba de Mani. Todo el invierno pasado estuve con la agorafobia que acompañó a mi crisis de ansiedad y sólo de pensar en meterme con una muchedumbre hacía que me temblasen hasta las canillas. La que no perdono nunca es la Mani del Orgullo. Y claro...eso se nota. Ahora os contaré por qué.

Como siempre, la gente no se pone de acuerdo sobre la cantidad de personas que nos manifestamos. Entre 15.000 y 150.000 Total, un cero arriba o abajo no hace nada. Debimos ser más de los que contaba la policía porque con el frío íbamos muy juntos, tratando de resguardarnos. Tiritábamos a cada paso y ya les decía yo a mi gente que eso no podía ser...que faltaba mucho funcionario por venir. Si es que no tenemos disciplina...A ver...no salieron los coreanos bajo cero a despedir con lágrimas al KimguJim de las narices? Y los rusos...20 bajo cero en Moscú y salen el otro día a la calle tanto los defensores como los detractores de Putin. Y nosotros, por una ola de frío de nada nos acobardamos y no peleamos por nuestros derechos.

Había mucho grupúsculo coreando consignas diferentes. Ahí es cuando me sentí algo ajena porque cuando empezaron a gritar “Que viva la lucha...” a mí me salía a continuación...”de las muuuuujeres”. No quedaba demasiado mal porque iba en un grupo donde éramos 12. Lo malo fue cuando un hombre insistió en gritar “Vamos a quemar...” y me arranqué cantando...”la confereeeeencia epíscopaaaaaaal” Ahí si que se me notó que yo soy de las del Orgullo. Ays!! si es que a poco que me agiten se me nota el amor que profeso por Rouco Varela y sus secuaces...

Lo mejor fue la batucada que llevábamos delante, los bomberos con un coche hecho de cartón y una sirena real, todos en fila india haciendo el trenecito...Ahí tuve que aguantar que alguna amiga hetera aprovechara para admirar a los compañeros...”Vaya Cuerpo!” “Tio bueno!!”. En Sol nos esperaba una mascletá que hizo retumbar toda la calle Alcalá hasta Cibeles. 

Lo que no faltó, por supuesto, fue la caña de después. Porque ya es una tradición que cuando se acaba una mani, te vas a hacer la tertulia a algún bar, a arreglar el mundo y a charlar sobre lo divino y lo humano...

¿Sucederá igual en el resto de los países? Yo creo que no. Como decía Antonio...Spain is different y además es divertido...