Es hermoso saber que el bosque me añora
y que una gota de océano lleva mi nombre.
En los últimos días, una amiga me ha
dedicado palabras muy lindas y más allá de la emoción que me han
provocado, hay una parte, si queréis más objetiva, que me ha hecho
reflexionar. Creo que es inherente a la condición humana la
necesidad de trascender, saber que aunque ahora estamos, un día no
estaremos pero quedará una parte de nosotros.
Dejar huella.
Estos días se agolpan en mi memoria
las huellas que han ido dejando dos o tres personas en los últimos
cuatro años. Exploro esa senda llena de marcas indelebles. Recorro
mil veces los caminos que tracé junto a esas mujeres a lo largo de
los días o tan sólo en cuestión de horas...
En el curso de este fin de semana
hablamos sobre la experiencia del amor, del desamor, los encuentros
eróticos...Recuperé las imágenes de otras dos pieles, pude sentir
a través de mi memoria de nuevo su tacto, su textura, su
olor...todas las sensaciones que me provocaron...
Es curioso, uno de esos cuerpos fui
amándolo poco a poco. Esa mujer me lleva acompañando desde hace más
de tres años. Al principio me gustaba pero con el paso de los meses
esa atracción física fue transformándose en un amor apasionado
primero, lleno de ternura después. Aprendí a trazar mapas de
sensualidad entre sus pliegues, deslicé ondas de poesía en cada
leve roce y conquisté todos los centímetros de su cuerpo al paso
de mis dedos.
Ayer, ella comentó a otras amigas con
una complicidad tierna y divertida nuestro primer beso y al fin me di
cuenta de que aunque ya no somos pareja, guarda los recuerdos de
muchos momentos compartidos. Guarda un precioso recuerdo de tantos
días y noches de pasión. Por fin descubro que una parte de mí
queda en su memoria, que mi imagen vaga en los rincones de sus
recuerdos. No sé si aún la amo. Sé que la quiero y que el hecho de
que guarde ese recuerdo de mí me llena y me hace feliz.
No sé exactamente qué recuerdo guarda
de mí la otra mujer de la que os hablo. Apenas pasamos juntas unos
días. Pero fue como vivir una primavera concentrada en los momentos
de caricias. Si, quizá es la mejor manera de definirlo...la
primavera concentrada en cada una de nuestras caricias.
Soy más bien tímida para tocar a las
personas con las que no tengo mucha confianza pero nada más vernos
me surgió la necesidad de abrazarla y a partir de ahí sentí la
comodidad suficiente como para cogerla de la mano, frotarle la
espalda cuando sentía que tenía frío e incluso abrigarla con mi
cuerpo.
Con ella descubrí que el sexo no se
ciñe sólo al puro acto, que la sexualidad comienza por una mirada,
continúa con una caricia y que el simple sonido de una voz puede
proporcionar tanto placer como otro tipo de sonidos. Nuestro momento
fue el de los sentidos puestos al servicio de los sentimientos. No la
echo de menos como a la mujer con la que compartí tanto tiempo pero
mentiría si no reconociese el impacto que supuso para mí esos pocos
días que coincidimos.
Los vellos de punta me has puesto.... Porque me has recordado lo que siempre digo... Que las pieles tienen código de barras y que cada piel debe ser tocada de una forma particular...
ResponderEliminarBesos
Etcétera
No sé si deben ser tocadas de una forma particular. Lo que tengo claro es que el sexo es una conversación que tienes con alguien, que incluye sustantivos, adjetivos, preposiciones, oraciones compuestas o simples...Con cada persona estableces una conversación diferente. A veces es chisposa, otras profunda y algunas te aburren soberanamente.
EliminarAquí comento acerca de una conversación que echo mucho de menos porque es la que más me ha llenado en mi vida. Y de otra que me resultó genial a pesar de haberla mantenido tan sólo durante 4 días.
Y la pena que cuando nos vemos no hablamos apenas de nuestros blogs!!!
Un abrazo ETC!!
Ufff,
ResponderEliminarAdmiro la “facilidad” que tienes para escribir así y esa capacidad para emocionar a quien lo lee.
Hoy ha sido un día “raro” así que terminarlo con esta lectura es un bálsamo.
Un peto,
Rosa...es que las diosas me tenían que bendecir con algún don y de ese se ve que les sobraba el día que nací. El de la belleza y femineidad ya lo tenían agotado :-O
EliminarMe alegro que la lectura te haya servido para relajar un mal día. Espero que hoy vaya mejor.
Besos!!
Dulce, bello, intenso...
ResponderEliminarVero.
Me he quedado sorprendida por la brevedad de tu comentario. Me has mal acostumbrado a comentarios largos, de los que dan pie a conversaciones alrededor de un café o una copa de vino. Lástima la distancia.
EliminarUn abrazo, Vero!
bonitos recuerdos, bonitas huellas
ResponderEliminarqué bien escribes jodia!
La jodía te agradece el comentario!!!
EliminarYes. A todo.
ResponderEliminarMapas de pieles. Así se llaman.
Besos.
Hermosa tarea trazar la cartografía de una mujer...
EliminarUn abrazo!
Mapas de muchas más sensaciones. Pero sí.
ResponderEliminarSi, Alson...multitud de sensaciones, todas preciosas!
ResponderEliminarPUES YA SABES¡ PONLES MÚSICA
EliminarMuy dulce neni, como casi todo lo que escribes :)
ResponderEliminareres buena méndiga! (versión mexicana del jodía) jajajaja
besitos
Ooooooppppsssss Gracias!! Tan sólo escribo sobre lo que siento, no tengo más mérito que el de encontrar palabras para describir sensaciones, sentimientos...
Eliminarpreciosas huellas
ResponderEliminary exquisitamente contado.
Dejamos huella y nos dejan huella. Y cuando es algo que sucede a la vez resulta simplemente maravilloso. Pongo de ejemplo a la primera mujer, a la que ahora sé que le dejé una bonita huella y a la segunda con la que sentí algo increíble pero que ignoro si lo recuerda del mismo modo que yo...
EliminarPues a mí tu texto me ha dejado muy triste.
ResponderEliminarNo recuerdo nada bueno de mis ex-parejas y soy consciente de que no soy objetiva porque algo bueno habría..
Sólo recuerdo con tristeza, añoranza y a veces un poco de angustia a una pareja (no ex, claro), que murió en un accidente de tráfico cuando llevávamos 2 años de una relación estupenda.
Y así, de un día para otro, desapareció de mi vida.
Joé, anda que no me costó superar aquello.
Siento que te haya provocado tristeza. Lo cierto es que lo que cuentas resulta muy duro e imagino lo difícil que es superar algo así...un duelo de los intensos.
EliminarMe dejas que te de un abrazo cálido para mitigar en la medida de lo posible esa tristeza?
El tiempo... Maravillosamente relativo.
ResponderEliminarContigo siempre queda vino en la botella para seguir charlando.
Besos atlánticos.
He descubierto un vinho verde portugués genial para esas noches de conversaciones cómplices.
EliminarSi algún día te pasas a visitarme pondré unas cuantas botellas a enfriar junto con algún alimento sin gluten!
Un abrazo!
Je, huellas las que vas a tener desde el portal hasta tu puerta como sigas escribiendo así, vamos que se te llena la escalera de orografías,maja. jajajaja
ResponderEliminarBesos.Lenteja
A ver? un momento... Pues no, no hay nadie en la puerta y tampoco huellas en la escalera...
ResponderEliminarDónde está toda esa orografía, Lenteja?????? jajajajajaja
Preciosas huellas ... como las que tú estás dejando con esta entrada. !Qué bonito!
ResponderEliminarUn abrazo,
Laura
Gracias Laura!! Un día recopilaré algunos post como este para guardarlos y tal vez editarlos.
EliminarUn abrazo enorme!!
Precioso. No me repito porque todas tus amigas ya han dicho todo lo que se me puede ocurrir...
ResponderEliminarMe gusta cómo está escrito, coincido con la idea de la huella, te envidio haberla dejado y añoro ese poder hablarlo junto a tu quien guarda esa huella con ese dulce recuerdo....
Vaya suerte, compañera. A ver si abres esa puerta y la orografía se hace fotografía de un marco nuevo...
Gracias por tu comentario Yur, has captado por completo el significado de mis fotografías (fsumv/fsumn).
ResponderEliminarNo te creas que es fácil tener la confianza de poder hablar con alguien sobre lo que ha sucedido en esos momentos en que las pieles se hablan. De hecho hoy hemos tenido una discusión fuerte tras la que me he agarrado a la tableta de chocolate de mi post de hoy :-(
Pero eso si, a ver si puedo comenzar a hacer fotografías sobre un marco nuevo...
Un abrazo!