"Cuando escribrimos ofrecemos el silencio tanto como la historia. Las palabras son esa parte de silencio que se puede expresar."
Hace tiempo que me hablaron de ti. Y para ser sinceras, oí maravillas. Tanto como para querer conocerte cuanto antes. Por lo que me dijeron intuía que sentíamos el agua del mismo modo intenso. Tú salvaguardada desde ese faro que recogía tu niña perdida, yo a cuerpo descubierto encarando las olas.
Estuve mirando tu foto...tu pelo rizado, tu nariz prominente y algo que adivinaba como una sempiterna sonrisa...Me recordabas a un ligue fallido, parecías maja aunque seguramente llena de fantasmas. Pero no quise que eso me ahuyentara y decidí acercarme a ti en cuanto tuviera oportunidad... Lo conseguí al cabo de un par de semanas. Fue intenso...breve pero muy intenso....por mi parte. Porque me entregué con muchas ganas, como alguien que lleva esperando precisamente eso tanto tiempo. Y quizá, por eso mismo, me decepcionaste tanto. Esperaba mucho, mucho de ti. Pero con ese concepto que tienes de que la "pérdida es la medida del amor" sabía que no podríamos llegar muy lejos...
Quizá porque yo me empeño en encarar olas y tú sientes que llevas el Atlántico en tu interior. Tal vez porque adoro a mis gatas y a ti te acompañaba un perro asimétrico. Que sintieras que no tenías un lugar donde echar el ancla te provocaba tal desazón que chocaba con mi capacidad para sentirme feliz en muchos lugares... Puede que fuera todo eso...o nada de eso...
¿Qué me pasa contigo Jeanette? ¿Realmente ha sido tanta la decepción como para que no pueda ahora afrontar lo que me quieres contar de tu vida? Salgo con tu libro cada día de casa y vuelvo en la misma página que lo dejé. Me muero de ganas por leerte, por llenar de imágenes mi mente con la triste poesía que destilas...aún me pregunto cómo los de la BBC o mejor aún! cómo los de la HBO no han querido hacer una biopic con lo que nos cuentas. Esa orfandad, esa niñez apesadumbrada por el tremendo peso de la madre adoptiva y su radical religiosidad...
Me duele leerte sin poder meter mi mano entre las líneas y abofetear a tu madre. Me duele no poder hacerte una caricia mientras esperas en las escaleras de fuera de casa, sentada a la intemperie. Quiero gritarle a esa niña perdida que la vida siempre ofrece otra oportunidad, que pierdes y encuentras, que terminas y comienzas, que olvidas para algún día ser capaz de recordar...ya sin ira...
No sé...puede que sea algo tan sencillo como que necesito gritártelo para hacerme yo a la idea de que la vida me va a ofrecer una nueva oportunidad. Que después de haberme sentido perdida y ahora que soy capaz de recordar sin enfadarme, la vida me está diciendo que comienzo de nuevo...con todo lo bueno que está por llegar.
Y si, pienso seguir sacándote todos los días de casa Jeanette...es ya un tema de orgullo...a ti no te voy a dejar a la mitad. Pienso llevar tu libro a todas partes hasta que lo termine, aunque me beba tu vida a poquitos...
El hecho de no terminar de leer un libro que nos está enganchando, aviva el deseo...
ResponderEliminarLeelo despacio y si lo acabas, empiézalo de nuevo...
Besos
Joder Etcétera...como siga a este ritmo y tenga que volver a leerlo no conseguiré leer nada más en mi vida!! jajajajaja
EliminarUn abrazo enorme!!
Qué bien nos cuentas las cosas!
ResponderEliminartú que las lees con buenos ojos!!
Eliminartengo unas ganas de leerlo!! kali lo compró a princiopios de verano, será mi lectura otoñal!
ResponderEliminarCreo que te vas a merendar el libro en dos sentadas!
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ResponderEliminarNo sé qué libro estás leyendo de la W., pero a mí sólo me ha gustado el que reseñé en mi web y que encontrás, si te interesa, clicando mi nombre.
Como todas las memorias o autobiografia, está ciertamente sesgada. Recuerdo que lei, no se si estará en las fuentes, la extraña relación que tuvo con su verdadera madre y que tampoco era para tanto lo que cuenta de sus padres adoptivos, eespecialmente de su madre, aunque ciertamente eran de miras muy estrechas.
Creo que W., en realidad, no sería una persona que te gustara demasiado y no creo que tenga nada que ver contigo.
Yo encontré a una persona ególatra, resentida y muy pagada de sí misma cosas, que por otra parte me da igual, siempre que escriba bien., y a mi sus memorias es cierto que me engancharon aunque luego me senti un poco como si me hubiera tomado el pelo.
Es mi opinión.
Lo que estoy leyendo es precisamente el de sus memorias. Me gusta las imágenes que crea...me parece muy visual cuando narra determinados episodios...
EliminarEn cuanto a ella...bueno, me salió así escribirlo porque noto que tengo resistencia a leerla pero en realidad no va más allá de eso.
He probado a escribir una pequeña biografía para dos grupos diferentes de personas en diferentes momentos. Me llamó mucho la atención que casi nada de la primera aparecía en la segunda. Y la mayoría de los hechos que ponía en la segunda, son sucesos que no había contado antes...Supongo que depende del momento pones el acento más en unas cosas o en otras, sobre todo en lo que a las heridas se refiere.
Y el tamiz de la memoria hace también lo suyo...seguramente mi madre en su día no pudo ni llegar a imaginar el trauma que me causó cuando me tiró mi cuento de "Orejitas". Yo nunca lo olvidaré. Y ella nunca le ha dado la más mínima importancia... Vaya...ves? esto tampoco lo había contado nunca... :-)
¿qué libro estás leyendo? me parece que soy la única que no se entera jajaja
ResponderEliminar"¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal?"
Eliminarohhhhhhhhhhhhh gracias neni :)
EliminarPrimero fue "Escrito en el cuerpo". Creo que el primer libro lésbico que leí. Luego, un verano, todos los demás. Uno detrás de otro (y más de un post le dediqué en su día... ¿Qué me pasaba con ella?).
ResponderEliminar"La niña del faro" me unió irremediablemente a la autora.
Esperaba ansiosa la llegada de sus memorias. Empecé a leerlas en un momento de transición en mi vida. Y fue la primera vez que lloré con un libro. Que me emocioné de tal manera que tenia que cerrarlo un ratito para recuperarme antes de seguir leyendo.
A veces parecía que me escribía directamente a mí. A veces sentía que estaba en mitad de una terapia buenísima.
Decidí que sería mi nuevo libro de cabecera. Que le dedicaría un post. Pero ya lo has escrito tú! Así que parece que le voy a dedicar este breve y tardío comentario.