martes, 7 de septiembre de 2010

Bolonia

Hay sensaciones que no te llegan a través de los sentidos. Olores, colores, texturas que no sólo ves, tocas o hueles Los apresas y aprehendes de otro modo, te llegan a través del Alma y allí los guardas para recuperarlos cuando los necesites.

Llevo días atascada intentando encontrar las palabras que necesito para describir lo que supuso para mí el día que pasé en la playa de Bolonia. Aunque había oído poco acerca de ella nadie me habría podido preparar para lo que sentí estando allí.   

Su luz, la calidez de su lengua de arena, la fuerza y transparencia del agua, que aunque fría me sedujo desde el principio, el ambiente tranquilo, la belleza del entorno a la que no puedes sustraerte...

Fue una experiencia colectiva. Ibamos GuaSa, CaRRa y yo. Por lo que me han dicho fue un día especial para todas pero supongo que para cada una lo fue de un modo distinto.

En mi caso, supuso conectar de nuevo con mi yo interno y poder dedicarme el tiempo que necesitaba. Me bañe´un par de veces sola. Flotando en el agua, con la cara en dirección a los rayos de sol, busqué esa paz que anhelo tanto y que en momentos como ese me inunda. Dejé que las olas jugaran a hacer cosquillas a mi piel. Dejé que mi mirada se perdiera en la lejanía y repasé el perfil de Marruecos. Dejé que mis sentimientos se aferraran a mí como si fueran náufragos, desnudándoles de prejuicios hasta simplificarlos al máximo...









Allí en la playa de Bolonia viví unos de esos momentos en los que logro detener el tiempo y eternizo para saborearlo. Y aquel momento fue tan sabroso como las croquetas de chocos con las que me deleité.

Hoy una amiga me ha preguntado que cómo estoy y no le he podido contestar otra cosa. Estoy bien, muy tranquila y feliz. Y ese estado resultado directo de todo lo que sentí en Bolonia, sólo tiene que ver conmigo. Aunque sea incapaz de explicarlo.


12 comentarios:

  1. algunas playas transmiten alegría, otras fuerza, otras distracción... y otras te conectan a ti misma de una manera brutal; como si permitieran un tiempo y un espacio único, personal e intransferible, aunque sea compartido. Famara en Lanzarote y Maspalomas en Gran Canaria son así, por eso te he entendido perfectamente.

    Qué descanso te diste, eh??

    Oye, estás muy guapa.

    Besos!

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  2. Morgana, has encontrado tú las palabras que a mí no me han salido. Si, es justo esa sensación... de reencontrarte y conectar contigo misma.
    Tienes suerte, tú puedes disfrutar muy a menudo de la de Lanzarote, no?

    Gracias por el piropo. Me he sonrojao. Es que soy timidilla...

    Un abrazo!!

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  3. jope¡¡ qué chulo¡¡ necesito un viaje a Bolonia ya¡¡¡

    esas experiencias molan mucho sobre todo cuando no las esperas...

    besinos¡¡¡

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  4. Que bonito lo has escrito Chris, yo tuve una experiencia similar, pero en California en el bosque de la Sequoia, encontrarme con esos árboles gigantes fue maravilloso, hubo una conexión, que difícilmente puedo explicar de hecho no he puesto nada en el blog por que aun no se como hacerlo.

    Ah! y coincido con Morgana te ves muy bonita, me gusta ver tu sonrisa escondia.
    Un beso!

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  5. Yo me pasé más de quince años sin pisar ninguna playa y eso que las tenía al lado. Quizá será porque las playas urbanas no relajan igual, no lo sé. Puede que sea eso. Muy hermoso el relato, Chris.

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  6. Enhorabuena por el reencuentro Chris, hace tiempo que me viene haciendo falta algo así. Llegará cuando tenga que llegar, cada día falta menos, lo siento :)
    Por otro lado... muy guapa, si señora, sobre todo, muy linda expresión la tuya :)

    besos

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  7. Y yo pensando que la entrada iba de educación :D

    Yo hace mil años que no piso una playa, pero conozco la sensación que describes y es maravillosa.

    Me he dado cuenta de que hace tiempo que no me pasa lo mismo, algo tendré que hacer :D

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  8. Yosu: si mal no recuerdo tú vives en Asturias no? Yendo desde Cantabria a Oviedo por la Autovía del Cantábrico, hay una playa que me encanta. Está justo antes de Pendueles y Buelna. Lo mismo tú la conoces, y yo cada vez que paso por allí siento ganas de lanzarme desde el coche y pisar su arena...

    Mayela: Alguna vez he corrido a abrazarme a los árboles. Son pura vida!! Eso si, siempre en la sierra, a escondidas de los excursionistas, que no me apetecve que me tomen por más loca de lo que ya estoy. Toma otra sonrisa!! ;-)

    Juli Gan: supongo que siempre queremos lo que no tenemos. Lo que daría yo por poder salir de trabajar y pasear por la playa en invierno...

    Pena: Durante mucho tiempo no sabía ni siquiera que existía. Después de un proceso aprendí a disfrutar de estar conmigo misma y ahora cada vez me resulta más fácil encontrar esos momentos.
    Date todo el tiempo que necesites y cuando llegue DISFRÜTALO!!!

    Ender! Hola!! suponía que el título confundiría pero para mí ese día tiene ya este nombre propio... La experiencia que tuve la puedes disfrutar flotando en el agua del mar, o sentada en un banco al sol. El lugar sólo propicia el encuentro con una misma. Búscalo y a disfrutar!

    Chicas, chicas, chicas.... que soy muy tímida!! Gracias por los piropillos sobre mi foto. Se me nota todo en la cara y creo que ahí se ve que estoy tranquila y feliz. Eso si, ciega por la luz jajaja!

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  9. jajajaja... cuando he leído el título no he pensado en el Decreto Bolonia (como Ender) sino en mi calle!!!

    Morgana lo ha explicado a las mil maravillas... existen playas (u otros paisajes como los árboles de Mayela) que te atrapan y te conectan, que se convierten en parte de tí misma.

    Se nota que esa inmensa playa ha entrado en ti, porque se te ve serena... (y no te diré los piropos que me callo por tu timidez, que conste, jejeje)

    Abracitos salinos desde mi mar interna

    P.D.: has sido la primera integrante del club de las plenas (después de la inspiradora morganita, por supuesto). Bienhallada!!

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  10. Esa playa tiene algo mágico, incluso en los días de fuerte viento, tan frecuentes por allí, cuando el viento levanta la fina arena y en esa inmensidad (porque es inmensa la playa) se ve lo que parece una niebla de medio metro. Si caminas pican las piernas, a puntitos de arena que te dan un masaje (la gente lo odia, pero tiene su puntito). Las dunas que llegan a cubrir los pinos... Y esa luz... Estás requeteguapa y serena, Chris.

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  11. Candela: al final me voy a convertir en la serena sirena Jajajaja. Lo que me gustaría visitar esa playa en invierno, sin gente, con la arena a punto de cubrir los pinos. y poder ascender la duna tranquilamente....

    Ya sé Candela!! vámonos a vivir allí Pepa tú y yo!! alejadas de los ruidos vas a ver como se pasan las ansiedades y problemas!!
    Esto ejem.... prometo no interferir en vuestra vida conyugal...

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  12. jajajajaja, hecho el trato, Chris, con todas sus cláusulas :))))

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