Llevo un par de días con este post en
la cabeza...ahí, dándole vueltas. Pero no sé si hacer un post
sobre Femicine porque trata de una película o si simplemente
aprovechar que el Pisuerga pasa por Valladolid (debe ser el río
español más nombrado).
Allá voy y que sea lo que las diosas
quieran...
El otro día un cine madrileño que no
conocía de nada proyectó gratis una peli que tenía muchas ganas de
ver desde que la estrenaron. Se trata de una hermosa película con
tres mujeres protagonizando tres historias bien diferentes...
No pienso hacer un spoiler de los míos.
Pero si quiero deciros, que tiene una fotografía preciosa, una
canción increíble y tres actrices que lo bordan.
En un momento de la película, las tres
mujeres (cada una en su historia) se cortan el pelo y eso supone un
auténtico trauma para ellas. Se aprecia como el corte les supone una
“amputación” de su femineidad. De hecho, una de ellas después
del corte no quiere que la vea su marido, preso en la cárcel.
Ese corte implica una ruptura, una
muerte de las mujeres que son, y de pronto ese pelo se convierte en
un personaje más del film. Qué poder de simbolismo para las mujeres
representa el pelo...
Esa escena me llevó a pensar después,
en la guerra que he tenido durante muchos años con mis padres por
mis cortes de pelo. La primera vez que me lo corté yo, por voluntad
propia y con el tamaño que me apetecía, fue nada más terminar COU.
Me había pasado todos los exámenes sujetando con una mano el largo
flequillo que me caía sobre los ojos. Estaba harta de tener que
escribir con una mano sujetando semejante melena (si...en aquella
época la tenía) y aún me quedaba la selectividad.
Al peluquero le dije: empieza y ya te
aviso yo cuando quiera que pares. Y me lo dejé al 2. A mí me
encantaba. Mi madre no me reconoció cuando pasó por mi lado. Mi
padre gritó de la impresión y nadie en la familia entendió por qué
hacía eso. Después han venido los cortes recurrentes cada dos o
tres meses. Y la posterior discusión con mis padres acerca de por
qué tengo que cortarme el pelo para parecer una paleta...bueno, mi
madre dice...un paleto.
Creo que con los años que llevo
cortándolo aún no se han dado cuenta de que para mí ese corte, esa
amputación de mi femineidad, es precisamente lo que me permite
mostrar mi identidad. Ellos lo viven (creo) desde el rechazo por lo
femenino y el que todo el mundo se de cuenta de que soy lesbiana. Yo
lo vivo desde el empoderamiento y la asunción de quién soy. Y ya
sabéis...lo que opinen los demás está de más.
Claro, este análisis del pensamiento
inconsciente de mis padres y las motivaciones conscientes mías lo he
desarrollado con los años. Con aquel primer corte de pelo yo sentía
que por fin era yo. Coincidió con que salí del colegio de monjas,
donde las había pasado canutas por el acoso escolar al que fui
sometida durante años por mi lesbianismo. Aún no lo había asumido
pero ya era evidente para mis compañeras de colegio. Las monjas se
lavaban las manos e hicieron la vista gorda con alguna asignatura que
suspendí para que me fuera del colegio. Y salir de aquello para mí
supuso una liberación en muchos sentidos.
Ese primer corte de pelo si fue el modo
inconsciente de asumir y declarar que no me sentía como las barbies
adolescentes de mi colegio. Aquella fue la época en la que
comenzaron a confundirme con un chico constantemente. Y me molestaba
mucho, reaccionaba airadamente porque no me sentía un chico...claro
que tampoco me sentía una chica, aunque ese es otro tema.
El caso es que esta semana, vi una foto
que enseñó en facebook una bloguera en la que aparece con 14 años.
Ella misma dice que viendo ahora esa foto...cómo en aquella época
no le sonaba el término queer...en la foto se ve claramente a un
proyecto de mujer lesbiana...el pelo, la camisa lisa de cuello
amplio, la seriedad del gesto, el reloj casio negro digital en la
muñeca...acariciando a un gato (jeje, esto último es lo menos
lesbiano que hay en ella!), vamos, un plumón tremendo... en su inconsciente ya estaba bien plantada
la semilla como quien dice y sólo le faltaba tiempo para
desarrollarla.
Y pensaba yo, que muchas de nosotras
tenemos momentos, o imágenes plasmadas de esos momentos, que al
verlas ahora podemos decir...pero si es que era bollo total...aunque
en aquel tiempo no pudiéramos o supiéramos verbalizarlo. Aunque
nuestro entorno no lo advirtiese...o si.
Odio los disfraces pero con este me sentía feliz... claro, podía mostrar mi masculinidad... |
:-) Yo guardo una con mucho cariño de mi "hermano" gemelo,:-)
ResponderEliminarClaro...Clara!!
EliminarGracias por comentar...creo que nunca te había visto por aquí...
qué buena entrada seria esta para el capitulo dos de ese libro que estamos planeando, las lesbianas y los cortes de pelo, el pelo y el genero, recortando la feminidad, traNsquilones, quien no se ha cortado el pelo tras una ruptura?
ResponderEliminarEso mismo estaba pensando mientras lo escribía. Sería genial contar con más blogueras que quieran compartir sus ideas, reflexiones, o fotos acerca del pelo y su simbolismo para las lesbianas...
EliminarPor cierto...me toca cortármelo ya!!
Yo, en cambio, al no haberme dotado la naturaleza de una melena abundante, ando siempre con la pena de que si lo corto mucho parezco calva y si lo dejo muy largo, una calva con cuatro pelos largos ¡deprimente! Me gustan las mujeres con el pelo corto, pero yo me gusto con media melena, y así seguirá siendo mientras me queden pelos :)
ResponderEliminarY la opción de ponerte el gorrito aquel de papel albal tan mono...con la melena que quieras?
EliminarNá, te queda muy bien como lo llevas y si quieres nos planteamos hacerte un injerto con mis más de 4 pelos que me sobran...
:-)
Pues sí, cuando empiezas a atar cabos del pasado, aunque sean típicos y tópicos, piensas... cómo no me di cuenta antes....
ResponderEliminarY tú fiste pionera en lo de los cortes de pelo!! me sorprendió el relato de comunionera y ver que ahora lo llevas largo y tan ricamente...
Eliminar
ResponderEliminarPues ahí va mi aportación que no se site será válida o no.
1.- Nunca he llevado el pelo corto, así a estilo "chico" (para que me entendis), normalmente casi hasta la cintura (cuando era joven) o a media espalda (como ahora, más o menos). La única vez que me corté la melena de forma que apenas me rozaba los hombros fue cuando me separé de mi ex-marido. ¡Nunca jamás!, parecía monjil y tonta del bote.
2.- Me encanta el pelo largo y cuanto más largo mejor, siempre que esté limpio y cuidado y que sea de cierta "calidad".
3.- Es cierto que casi todas las Les que conozco personalmente les gusta el pelo corto a lo chico, pero no tengo ni idea de si es porque son les, porque les gusta, porque el largo les quedaría mal...
4.- Mi idea (nada científica, solo basada en la observación) es que si se es una Les "muy activa" que reniega un poco o un mucho de la "feminidad", se tiende a llevar el pelo corto tanto como detestar vestidos y faldas y optar casi siempe por el pantalón.
5.- Independientemente de si eres Les o no, creo que buscamos aquello que creemos que nos favorece más y/o nos resulta más cómodo. A mí no me parece un grito de guerra: soy Les o soy hetero si llevo el pelo corto o largo.
Pues eso.
Isa, cualquier comentario es bienvenido en mi blog siempre que se haga con respeto en general y hacia mí y mis ideas en particular.
EliminarEntrando en el tema...yo no creo que sea en función de si eres una les muy activa...por cierto...qué entiendes por "muy activa". Yo creo que estriba más bien en la identidas de cada una. Tú tienes y sientes una identidad muy femenina y llevas un pelo acorde con cómo te sientes.
A mí el pelo largo me sienta como el culo, primero porque tengo muchos remolinos, segundo porque no me siento nada identificada con la femineidad y si llevase el pelo largo sentiría que voy disfrazada. Esa es la base. No es que lo lleve corto para parecer lesbiana sino que lo llevo corto porque me siento yo misma, así.
Gracias por compartir tus pensamientos.
¿Que qué entiendo por "muy activa"?, pues a las personas que reivindican constantemente algo que sienten profundamente, ya sea su identidad sexual, política, maternal o no, o lo que sea. No lo he dicho, ni tiene, ninguna connotación negativa.
EliminarNo creo tener una identidad "muy femenina", en absoluto, salvo que se considere así el llevar el pelo largo y usar faldas y vestidos más que pantalones (aunque en invierno me verás casi siempre con ellos porque soy muy friolera).
De todas formas tu último párrafo es muy coincidente con lo que dije en mi punto 5: "... buscamos (llevar)aquello que creemos que nos favorece más y/o nos resulta más cómodo...".
De todas formas no es importante para mí cómo va la gente vestida salvo que vaya sucia o descuidada, jejeje, pero esto ya sería otra historia.
Besitos
Yo me lo corté ya de mayor, pero como me pasa como a luna me lo volví a dejar crecer.Mi liberación no estuvo en el pelo, si no en dejar las falditas y vestidos que mi madre nos hacía para las fiestas: navidad,feria...
ResponderEliminarCada una encuentra su propio camino. Hay quienes han tenido el mimo look toda la vida...se sienten a gusto con él. Hay quienes han ido cambiando con el tiempo hasta encontrar el reflejo exterior de quien se siente por dentro...
EliminarNo creo que la femeneidad tenga que ver con llevar el pelo corto o largo. Son más bien las actitudes, los gestos, los ademanes. La forma de pensar, y por supuesto la de expresarse. He perdido la cuenta de cuántas mujeres lesbianas aparentemente femeninas me han dejado muerta en la bañera, porque nada tenía que ver la apariencia, o el continente con el contenido.¡Cuánto Manolo interiorizado! Con todo mi respeto.
ResponderEliminarLlevo el pelo corto, hace años ya. Por comodidad,y porque me gusta. Me molesta que me confundan con un hombre (supongo que maricón). Reconozco que soy ambigua, y también que podría dejar de serlo, pero ahora me siento bien así. Confieso que le estoy cogiendo miedo a los servicios de las estaciones de autobueses, tren, y aeropuertos, ;) dónde no falla siempre hay alguien a quien no tengo por qué explicar cuál es mi género.
Un saludo, Chris.
Silbante, antes de nada quiero agradecerte que hayas dejado el comentario...
EliminarMe ha hecho gracia la expresión de "cuánto Manolo interiorizado". Tienes toda la razón.
Dando por hecho que hay de todo en la viña del señor (ejem) el post iba dirigido a comentar cómo para una parte de nosotras, el pelo corto es un algo tan simbólico como puede ser para las mujeres hetero llevar una larga melena. Y analizar un poco todo lo que lleva aparejado ese simbolismo...
Sabes que lo que comentas sobre los baños es algo muy recurrente? A mí me pasó mucho entre los 18 y los 35 Aún hoy, que he engordado bastante me siguen confundiendo con un chaval...y me molesta tanto como a ti.
Me encantaría debatir este tema más en profundidad, intercambiar ideas, impresiones...creo que este tipo de "debates" resulta muy enriquecedor...
Un saludo!
Pues yo (la de la foto de los 14 años que comenta Chris en el post), a la vista de mi pluma fui chantajeada emocionalmente por mi familia durante 25 años más para que no volviera a cortármelo. Lo consiguieron. Y también que no soporte verme en ninguna foto de todo ese cuarto de siglo, ¡se dice pronto!
ResponderEliminarHoy, cuando mo hijo de 6 años se negó de repente a ir a la peluquería a cortarse el pelo, le dije que se lo dejaría crecer hasta donde él quisiera, y que usara las gomas de su hermana mientras tanto si quería ver algo con ese flequillo. Si hay una cosa que se me ha quedado grabada es la importancia de la auto-imagen...
Besos!!
Acabo de cumplir 40 y hasta hace un año más o menos me ha costado una bronca con mis padres cada corte de pelo. He hecho lo que me ha dado la gana con respecto a él pero me ha costado dolor y en ocasiones lágrimas por la violencia verbal que pueden llegar a emplear los que te quieren.
EliminarCuando vi tu foto de los 14 años pensé al momento que aquella no era tu imagen. Te he conocido con pelo ya muy corto, pero no se trata de que estemos acostumbrados a ver a otras personas con otros "looks"...de alguna manera, las imágenes dejan traslucir la sensación de irrealidad, de no corresponderle en absoluto a la persona...¿me explico?
Aunque aborrezcas las imágenes de ese cuarto de siglo, es un buen ejercicio mirarlas desde fuera...puedes llegar a conocerte mucho mejor, a revisitar episodios pasados a ver cosas con otra perspectiva...
Me parece genial que el príncipe amarillo decida que quiere el pelo largo. Ummmm...habrá foto de él con las gomas?