Mientras le voy dando vueltas al tema
de Josefa voy dejando que pase el tiempo. Alguien me proponía
“paciencia” como nombre y ya le he dicho que en realidad es algo
que debo cultivar en mí.
Pues eso, que mientras sale o no sale
esta historia adelante...aún es pronto para decirlo porque no hemos
hecho ná de ná...este finde he tenido una vivencia estupenda.
Ayer y hoy asistí al curso que hago
una vez al mes. El taller previsto tenía que ver con los sueños
pero debido a causas de fuerza mayor hubo que cambiarlo y hemos
trabajado la seducción erótica.
Ya habíamos hablado de la seducción
en el día a día como herramienta natural para la obtención de
aquello que queremos. Pero hoy nos hemos centrado en la erótica.
Hemos experimentado con los ritmos, con los miedos, con los deseos...
Me ha llamado mucho la atención mi
reacción. Llevo unos meses muy cerrada en el plano amoroso y de
forma paralela me he ido cerrando al plano sexual. De hecho, desde el
verano no he querido saber nada de rollos y las propuestas que he
recibido las he rechazado.
Ante el cambio de guión del curso he
pensado que iba a estar pasota y que no participaría de los
ejercicios. Mi sorpresa ha venido cuando al llevar a la práctica lo
que íbamos comentando, me encontraba más abierta de lo que cabía
esperar. En algún ejercicio mi cerrazón se veía claramente en la
posición de las piernas ya que cuando no estamos interesadas en
llegar a la intimidad física con la otra persona, de forma
inconsciente cerramos la forma genital (cruzando las piernas,
poniendo objetos entre medias, alzando las rodillas como elemento
defensivo...)
Ha habido un momento precioso. Un
ejercicio que os recomiendo a las que estais emparejadas o a las que
tenéis mucha confianza con alguna amiga a quien proponérselo.
Sentadas y pegadas por la espalda, sin hablar, se trata de intentar
acoplar las respiraciones, de hacerlas al unísono. Respirar y a la
vez notar en la espalda la respiración de la otra. Al mismo tiempo,
ser consciente de las señales corporales, escucharte tú y escuchar
a la otra...mi ejercicio ha sido mágico, notando la calidez de la
espalda de mi compañera, hallando un espacio común donde compartir
respiraciones tan diferentes como las nuestras, fusionándolas y
después separándolas sin traumas...vuelta al espacio personal aún
cuando manteníamos la espalda pegada. Qué felicidad cuando el
proceso de fusión-separación se produce de forma tan natural y agradable.
Según transcurrían las horas me
sentía más y más cómoda hasta que ha llegado el último
ejercicio. Se trataba de aunar todos los elementos que habíamos
trabajado previamente y tratar de seducir a la mujer que eligieras.
Elegí a una hetero que no me ponía nada para enfrentarme al reto. Y
oye!! que nada más empezar nos encontramos bailando y disfrutando de
nuestras miradas, sonriendo y moviendo nuestros cuerpos al ritmo de
lo que marcaba el deseo. Nos hemos tocado, sonreído, abrazado,
cogido de la mano, acariciado, besado, olido...nos hemos acercado,
separado y vuelta a unir, nos hemos dado piquitos y hemos susurrado en nuestras orejas. Me ha salido todo tan
natural...Esta mujer me ha comentado que hacía mucho que no se
sentía tan a gusto, relajada y deshinibida en un encuentro erótico.
¿la habré conseguido convencer para que cambie de acera? Jajaja No,
eso ya es broma.
Me he sorprendido entrando de lleno en
el papel, sintiéndome tan a gusto...y mi actitud de seductora se ha
ido al carajo con su baile y su mirada, Me ha seducido, si señora. Y
me he dado cuenta de que ha llegado el momento. Que pese a tener el
corazón temblando (cada día mucho menos) mi cuerpo está de nuevo
preparado para disfrutar. Así que escucharé atentamente las
propuestas que reciba a partir de ahora. He vuelto!!
Guau, qué taller más interesante... Me gustaría muchísimo tener dinero para poder hacer este tipo de cosas, la verdad, trabajar mi cuerpo, mi confianza... Además me pasó una cosa super bonita con una mujer en el 2º nivel de Reiki cuando lo cursé y por eso también me apetece volver a probar todo esto. :)
ResponderEliminarBienvenida, pues!
ResponderEliminarUn abrazo!
En mi zona, a las Josefas se les llama Joxepa (La x se pronuncia como la sh de "fresh")o también Josebe (se pronuncia Yosebe). Las técnicas de tu taller son la bomba.
ResponderEliminarMe ha encantado el ejercicio... en cuanto mi güera pueda volver a respirar lo practicaremos... besitos niña :)
ResponderEliminarQue ejercicio mas chulo, y vaya momentazo
ResponderEliminarEso es un taller interesante, dí que sí!
ResponderEliminarBesos
uy, ni de coña haría un taller así, ya me veo tiesa como el palo de una escoba y sin respirar para que no me vean. Qué valiente al hacerlo.
ResponderEliminarLa madre del cordero, qué cursos hacéis... y yo en cerámica...me parto...
ResponderEliminarBesos.Lenteja
que curso más interesante, seguro que a mi ex le gustaría participar, le encantan ese tipo de cosas.
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