lunes, 17 de junio de 2013
Entre los sueños y la luz
Mi cuerpo yacía inmovil. En ese breve tiempo entre el sueño y la vigilia, mientras mi mente se desperezaba noté que era incapaz de mover un sólo músculo. La calidez del espacio que ocupaba en la cama me mantenía anclada a esa suave sábana.
Con los ojos entrecerrados pude adivinar que las contraventanas de hierro se encontraban semicerradas. La habitación tenía una luz tenue que me había permitido dormir en mitad de la mañana. Sentí tu presencia cercana pero la languidez me envolvía impidiéndome realizar ningún movimiento.
La brisa se colaba por las rendijas de las contraventanas. Era una brisa leve que se posaba en mi espalda. Descubrí que me habías tapado las piernas con la colcha y sonreí por tu detalle.
No sé por qué, en un momento determinado pensé que estaba en Grecia contigo. Quizá la suma de la luz de mediodía y la brisa, me recordaba a Mykonos. Deseé poder levantarme, asomarme a la ventana y ver un inmenso mar azul junto a ti.
Poco a poco me fui desperezando, comencé a sentir la sangre fluyendo por mis extremidades y pude mover lentamente los dedos de las manos. Mi mente seguía flotando en algún hermoso lugar entre el cielo y la tierra.
Me giré y descubrí que me mirabas, con los ojos chiquitines y la sonrisa depositada en ellos... al instante la ternura se apoderó de mí y de mi mano. Mis dedos aún torpes fueron siguiendo el contorno de tu espalda, bajaron por la columna y jugaron con la cintura. Mis yemas bailaron sobre tus brazos y perfilaron tu rostro... la linea de la barbilla, el laberinto de tus orejas, la gruesa nariz, el latido de tus labios...
Notaba una sonrisa en mi cara y con los ojos fijos en los tuyos dejé suspendida toda la ternura en la palma de la mano...
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Como que no hay cOmentarios!! Precioso!!!
ResponderEliminarGracias Alas!!
ResponderEliminarse ve que nadie ha querido comentar el momento que viví... Si es que son todas unas envidiosas!!!! jajajaja
Un abrazo!